Un padre se despide de su hijo en la Guerra. El niño debe abandonar España
y no saben si se volverán a encontrar de nuevo
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Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la
valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera
de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que
recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido
común.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo,
contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido
mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los
caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas,
porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós,
está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es
posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la
voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando
viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.
Eduardo Galeano
Esa es la cuestión :
ResponderEliminar"ser compatriota ...
nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo."
Buen post Maria, como todos.
Besillos
"Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros"
ResponderEliminarGaleano : Querido y necesario!
Abrazos, María.