Compartimos la petición realizada por "Todos los nombres de Porcuna", por considerarla de gran interés.
En nuestras continuas pesquisas por los archivos del pasado nos hemos topado recientemente con el sumario abierto por los asesinatos y detenciones del grupo guerrillero y enlaces de lo que quedaba de las partidas del “Vídrio”, los hermanos "Jubiles" y "El Portugués". Se trata de un expediente prolijo en detalles, y entre otros documentos se conserva en él dos cartas y una fotografía; así como las autopsias realizadas a cuatro guerrilleros y un enlace asesinados por la Guardia Civil en Loma Candelas (marmolejo, Jaén), en la madrugada del 8 de enero de 1944. Se trata del veterano Juan Cachinero Montoro, "El Obispo", natural de Cardeña, con tres disparos; Baldomero Arévalo García, "El Buen Gusto", de Marmolejo, con cuatro disparos; Mateo Alcalá Cabanillas, "El Berja", de Bujalance, del que se conservan dos cartas elegiacas, presentando seis disparos, dos de ellos en la cabeza; Manuel Alcalá Cabanillas, "El Berja", hermano del anterior, también de Bujalance y apadrinado de los hermanos los hermanos “Jubiles”, presentando tres disparos; y, finalmente, el casero de Loma Candelas, Ramón Lara Gómez, “Larica”, de Marmolejo, que presentaba tres disparos en la región precordial y uno en el epigastro. Una de sus hijas fue herida en un muslo por bala de fusil.
Un día antes la celada de la Guardia Civil fueron también detenidos Teresa Garrido Molina, casera de “La Casilla del Peligro", Manuel Martínez Martínez y Elena Pérez Contreras, padre y madre respectivamente de Julia Martínez Pérez, de la que se conserva una fotografía dedicada a su novio Mateo Alcalá Cabanillas, del que esperaba un hijo. Al día siguiente, dentro del contexto de la emboscada y posterior asesinato, fue detenida Ana Peña Pedraja, esposa de Ramón Lara Gómez, y casera del cortijo de “Loma Candelas”, única superviviente junto a sus hijas que fueron utilizadas como cebo para hacer salir a los “huidos rojos” de la casa.
Los cuerpos de los guerrilleros asesinados fueron expuestos públicamente en el ayuntamiento de Marmolejo desde la 8 de la mañana hasta las 14 horas de ese hastiado día, momento en el que varios guardias municipales y de campo, así como la novia de Mateo Alcalá Cabanillas, la joven Julia Martínez Pérez, identificaron los cuerpos. Posteriormente, por orden del juez instructor, los médicos Julio Vizcaíno Perales y Manuel Más Pérez, realizaron las autopsias de los cadáveres en el cementerio de Marmolejo. Creemos que las son un documento de un valor excepcional en estos casos de reconstrucción de los hechos. Por ello, nos gustaría pasarle el sumario a algún especialista en la materia, pues creemos que lejos de los informes y méritos que se arrogan la guardia civil y demás copartícipes, la gran mayoría fue detenida y ajusticiada allí mismo de un disparo en la cabeza, sin posibilidad alguna de defenderse; al igual que días antes había sido exterminada la llamada “partida” de los Hermanos Jubiles.
Los cuerpos de los guerrilleros asesinados fueron expuestos públicamente en el ayuntamiento de Marmolejo desde la 8 de la mañana hasta las 14 horas de ese hastiado día, momento en el que varios guardias municipales y de campo, así como la novia de Mateo Alcalá Cabanillas, la joven Julia Martínez Pérez, identificaron los cuerpos. Posteriormente, por orden del juez instructor, los médicos Julio Vizcaíno Perales y Manuel Más Pérez, realizaron las autopsias de los cadáveres en el cementerio de Marmolejo. Creemos que las son un documento de un valor excepcional en estos casos de reconstrucción de los hechos. Por ello, nos gustaría pasarle el sumario a algún especialista en la materia, pues creemos que lejos de los informes y méritos que se arrogan la guardia civil y demás copartícipes, la gran mayoría fue detenida y ajusticiada allí mismo de un disparo en la cabeza, sin posibilidad alguna de defenderse; al igual que días antes había sido exterminada la llamada “partida” de los Hermanos Jubiles.
La fosa común donde descansan estos guerrilleros republicanos se encuentra en el cementerio de Marmolejo (Jaén), y cabe la posibilidad (si encontramos al hijo de Mateo Alcalá Cabanillas u otros familiares) de exhumarla y darle definitivamente una sepultura digna que repare, en la medida de lo posible, el olvido y el ostracismo al que han sido condenados. La fosa se encuentra delimitada con una pequeña lápida, una inscripción y una cruz católica (¡) desde mediados de los años ochenta del pasado siglo, gracias a la antigua corporación socialista.
Hay, sin duda, muchísima más historia que contar sobre estos crímenes, pero por el momento, solicitamos vuestra ayuda en la materia. Gracias.
Para contactar con nosotros lo puede hacer por alguno de los medios abajo indicados.
Apartado de correos nº 47-23790.
Porcuna (Jaén)
nombresporcuna@gmail.com
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