Don Juan de Borbón, dirigió varios escritos
a Francisco Franco durante el tiempo que duró la contienda. El
primero el 7 de diciembre de 1936 solicitando su admisión en las filas
nacionales, ofrecimiento que es rechazado por el dictador.
Al inicio de la Guerra don Juan había entrado en la
zona nacional con el pseudónimo de Juan López y el general Mola le había
expulsado.
Cuando las tropas nacionales conquistan Barcelona, don
Juan de Borbón felicita al caudillo mediante telegrama que Franco agradece. La
misma actuación tuvo cuando se declaró el final de la Guerra por parte de los
vencedores. Por aquel entonces el heredero de Alfonso XIII había intensificado
la adhesión al general sublevado.
Durante muchos años después, se acumuló la
correspondencia entre ambos, casi tanto como la desilusión que se
apoderó de don Juan que nunca fue llamado para reinar y paseo su despecho
por el camino de la intriga.
Primera carta de Juan de Borbón y la respuesta de Francisco Franco
Primera carta de Juan de Borbón y la respuesta de Francisco Franco
Excmo. señor General don Francisco Franco:
Mi respetado General: En forma tal vez impremeditada,
cuando la guerra en España tenía sólo el carácter de una lucha interna, he
intentado tomar parte en ella. Aunque me impulsaban sentimientos bien ajenos a
la política, comprendo ella y respeto las razones que entonces movieron a las
autoridades militares a impedir mi incorporación a las tropas.
Actualmente, la lucha parece tomar, cada vez más,
aspectos de una guerra contra enemigos exteriores, guerra en la que todos los
buenos españoles de mi edad habrán podido hallar un puesto de combate. El deseo
de hallarlo yo también, y en forma que aleje toda suspicacia, me mueve a
someter a la benévola atención de Vuestra Excelencia mi aspiración.
Según noticias de Prensa, se hallará pronto listo para
hacerse a la mar el Crucero Baleares, en el que podría prestar algún servicio
útil, ya que he realizado mis estudios en la Escuela Naval Británica, he
navegado dos años y medio en el crucero Enterprise de la cuarta escuadra, he
seguido luego un curso especial de artillería en el acorazado Iron Deske, y,
por último, antes de abandonar la Marina inglesa, con la graduación de teniente
de navío, estuve tres meses en el destructor Winchester.
Yo me incorporaría directamente al buque, me
abstendría en absoluto de desembarcar en puerto alguno español y, desde luego,
le empeño mi palabra de que no recibiría ni aun a mis amigos personales.
Yo no sé, mi General, si al escribirle así infrinjo
las normas protocolarias con que es normal dirigirse a un Jefe de Estado. Le
ruego, en todo caso, disculpe el que confíe a su corazón de soldado este anhelo
mío de servir a España al lado de mis compañeros.
Con mis votos más fervientes por que Dios le ayude en
la noble empresa de salvar a España, le ruego acepte el testimonio de respeto
con que se reitera a sus órdenes y muy afectuosamente e. s. m.
Juan de Borbón
7 de diciembre de 1936
Respuesta de Franco:
El Jefe del Estado y General en Jefe del Ejército
Nacional
A Su Alteza Real don Juan de Borbón
Alteza:
A Su Alteza Real don Juan de Borbón
Alteza:
Su carta llena de patriotismo y entusiasmo me llena, como soldado, de satisfacción al contrastar, una vez más, cuán arraigadas están en V. A. las virtudes de la raza y cómo siente vuestra Realeza los problemas de nuestra querida España.
Es verdad que la lucha por nosotros empeñada se sale
de los límites de la nación para entrar en los internacionales, ya que no sólo
se debate la suerte de España, sino también la de la civilización occidental y
de la Iglesia Católica, duramente atacadas por el comunismo ruso, con la
complicidad y decidida cooperación de determinados Gobiernos extranjeros.
Hubiera sido para mí muy grato el haber podido acceder
a vuestro deseo, tan español como legítimo, de combatir en nuestra Marina por
la causa de España; pero la singularidad de vuestra persona no permitiría el
que pudierais servir bajo el sencillo título de oficial, pues el entusiasmo de
unos y las oficiosidades de otros habrían de dificultar tan nobles propósitos;
sin contar con que el lugar que ocupa en el orden dinástico y las obligaciones
que de él se derivan, imponen a todos, y exigen de vuestra parte, sacrificar
anhelos tan patrióticos como nobles sentidos al propio interés de la Patria.
Por todo ello, no obstante ser tan halagador vuestro
deseo y tan valioso para la Marina española el aprovechamiento de vuestra
pericia de oficial y vuestro entusiasmo, en momentos que tantos compañeros han
sido sacrificados por la barbarie roja, no me es posible seguir los dictados de
mi corazón de soldado aceptando vuestro ofrecimiento.
Muy agradecido en nombre de España y de todos los
compañeros de este Ejército y Marina por vuestros fervientes votos y
entusiasmo, sabéis contáis con toda la simpatía y respetuoso afecto de este
leal soldado que afectuosamente os saluda.
Francisco Franco
Salamanca, 12 de enero de 1937
Segunda carta de Juan de Borbón. No hubo respuesta de Francisco Franco
Excmo. Sr. General Don Francisco Franco.
Mi respetado general:
La prensa inglesa y francesa repetidamente vienen
ocupándose de la política futura de España y sacan a la luz pública mi nombre
en relación con ella, como si yo sostuviese actividades de este tipo. Como
quiero que en modo alguno pueda V.E. tener duda sobre mi actuación, le pongo
estas líneas para asegurarle que a ninguna persona, española o extranjera, he
autorizado a expresar otras ideas que mi deseo de obedecer las órdenes de V.E.
como el mejor medio de servir a España y que nunca he tolerado se hablase en mi
presencia de otra cosa. Precisamente por creer que sirvo de la mejor manera
posible a España siguiendo fielmente sus consejos, es por lo que, contra mi
corazón, no he intentado nuevamente ir a tomar parte con mis compatriotas en la
Cruzada de la que V.E. es el glorioso Caudillo.
Deseándole el mismo acierto que hasta ahora ha tenido
para llevar a su fin la campaña y con ello la pacificación de España, quedo
suyo affmo.
Juan de Borbón
Roma, 28-XII-1937, 2º. A .T. (Segundo año triunfal)
*
Primer telegrama de don Juan, tras la entrada de las tropas franquistas en Barcelona
Felicito de corazón a V.E. con el orgullo de ser
español por el victorioso remate tan ejemplar que redime para España queridas
provincias catalanas. Con la emoción que siento ante el heroísmo invencible
ejército, Generales y Mando Supremo le saluda afectuosamente.
Juan de Borbón
Respuesta de Franco:
Recibo con vuestra felicitación el entusiasmo
emocionado con que participáis en las glorias de nuestra juventud que forja la
España Grande que todos anhelamos. En día tan señalado para nuestra Patria os
envío el más afectuoso y sentido de los recuerdos.
Generalísimo Franco
*
Segundo telegrama de don Juan al finalizar la Guerra
Generalísimo Franco.
Burgos.
Uno mi voz nuevamente a la de tantos españoles para
felicitar entusiasta y emocionadamente a V.E. por la liberación de la capital
de España. La sangre generosa derramada por su mejor juventud será prenda
segura del glorioso porvenir de España, Una, Grande y Libre. ¡Arriba España!
Juan de Borbón
Respuesta de Franco:
A S.A.R. don Juan de Borbón
Roma
Al recibir vuestro emocionado telegrama por la gran
victoria nacional, me es grato recordar que entre esa juventud admirable, tan
pródiga en el sacrificio, habéis intentado formar, solicitando reiteradamente
un puesto de soldado. Por ello será realidad la España Una, Grande y Libre que
evocáis. ¡Arriba España!
Generalísimo Franco.
Burgos, 6 de abril de 1939
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