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558. Discurso de Queipo de Llano

"Los déspotas bolcheviques encadenan a los milicianos junto a sus ametralladoras para que mueran a su lado"


Buenas noches señores:

El tiempo tiende a mejorar. Las altas y bajas del barómetro influyen de una manera extraordinaria en la actuación de los ejércitos, sobre todo cuando estos, por sucesivas movilizaciones no han alcanzado la perfección de los ejércitos regulares. Es necesario mucho tiempo para instruir a la tropa. Hay que aprovechar todos los momentos y el agua y el mal tiempo retardan mucho esta instrucción. Después de este enorme temporal que hemos sufrido, es necesario cuando se quiera operar, emplear bastantes días en acumular elementos necesarios para los planes que se han de desarrollar.

Pero por encima de todos los elementos, por encima de todas las circunstancias que rigen los destinos de la vida como la de los ejércitos, por encima de todo, se encuentra el estado moral de las tropas. Cuando una tropa carece de moral, la lluvia persistente, las mojaduras terribles en el campo disminuyen más esa moral.

Por eso Miaja se encuentra en una situación de perfecta euforia ante el mal tiempo reinante y le ha dado por hacer declaraciones. El parte oficial dice que el general Miaja afirma que ahora tiene absoluta seguridad en el triunfo de la República. Yo creo lo contrario. Creo que lo que él llama República, ese conglomerado de socialistas, anarquistas, comunistas, peristas, ladronistas y asesinistas no puede triunfar. También ha hecho otras declaraciones al recibir al mediodía a los periodistas a los que dijo que no tenía que señalar nada nuevo a no ser el valor y el tesón de los milicianos. De modo, que según Miaja, esto es lo único nuevo que hay y ello quiere decir que es una novedad que los milicianos empiecen ahora a sostener las posiciones. No deja de llamarme la atención semejantes declaraciones porque yo, que hablo todos los días, que he visto a los soldados batiéndose como buenos, no se me ha ocurrido hablar nunca aquí en las charlas de su espíritu y de su valor. Yo creo que estas cualidades son algo así como decía el cantar de la novia que “cuanto más se la quiere, tanto menos se la nombra”.

Constantemente están diciendo que nuestros soldados se pasan a sus filas. Nuestros soldados no pueden pasarse a ellos porque no son idiotas. Nuestros soldados están compenetrados con nosotros en la seguridad de que con su esfuerzo han salvado a la patria. Tienen el convencimiento de que nuestra victoria es segura. Los déspotas africanos encadenaban a sus esclavos, armados con lanzas para que no pudieran escaparse en la batalla. Hoy, los déspotas bolcheviques, encadenan a los milicianos, junto a sus ametralladoras para que mueran a su lado.


Gonzalo Queipo de Llano
Unión Radio Sevilla
3 de febrero de 1937








1 comentario:

  1. Fueron tiempos duros y no había un bando bueno, como suele suceder en todas las guerras siempre hay dos o mas bandos malos...

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