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698. Fundación del Partido Galleguista




Gabino Alonso / Vigo, 25 Julio 2013

Supresión de las Diputaciones provinciales, igualdad de derechos políticos para la mujer, práctica de las instituciones de democracia directa -referéndum, concejo abierto- en la organización política, responsabilidad económica de la administración por los daños que sus agentes causen a los particulares en el ejercicio de las funciones públicas, régimen integral de seguro social, previsión y justa participación familiar del trabajo en el beneficio, creación de un  impuesto progresivo sobre la renta.

Muchos de nosotros pensaríamos que se trata del programa para las próximas elecciones de uno de los partidos de la izquierda actual. Pues nada más lejos de la realidad. Estos son algunos de los puntos que presento en su programa fundacional el Partido Galleguista el 6 de diciembre de 1931 en Pontevedra.

Pero vayamos al origen de esta historia real. En diciembre de 1931 todas las organizaciones galleguistas fueron convocadas a una asamblea en Pontevedra. Fue la última asamblea de las “Irmandades da Fala” y la primera del partido Galleguista. Se congregaron  los representantes de 32 agrupaciones, como Grupo autonomista de Vigo, la Federación de Sociedades Gallegas de Argentina, Labor Galeguista, entre otros, y también algunos diputados como Otero Pedrayo  ó Suarez Picallo. La idea era unificar todos los grupos fragmentados en una sola organización que asociara todas las tendencias ideológicas del Galleguismo.

De esta asamblea surgió un programa y unas normas que llevaron a la fundación de un partido moderno y democrático. Se eligió un consejo ejecutivo de quince miembros y “A nosa terra” se convirtió en el órgano portavoz oficial del partido.

Las figuras claves del partido  que se definía por su nacionalismo gallego fueron Castelao, Boveda y Otero Pedrayo, aunque existían distintas corrientes y sensibilidades. En el lado conservador se encontraban Risco, Villar Ponte, Filgueira y Otero Pedrayo; en el liberalPlácido Castro; en la izquierda: Boveda, Castelão, Xoan Vidal y Suarez Picallo. Los independentistas estaban encabezados por la Sociedad Nacionalista Pondal de Buenos Aires y entre los apartidistas figuraban Cunqueiro y Lopez Cuevillas.

Los afiliados provenían de las clases medias altas, intelectuales, funcionarios, profesionales liberales y comerciantes.

La actividad inicial del partido se centró en dos puntos: Ampliar el partido a todos los sectores sociales y luchar por la autonomía de Galicia.

En 1932 el Partido Galleguista participó junto al Partido Republicano Gallego y Acción Republicana en el comité de propaganda del Estatuto organizó su presencia en las elecciones municipales de 1933, en las que solo obtiene  un concejal en Orense. Este resultado llevó al sector progresista a favorecer pactos con los partidos republicanos y con la oposición interna del sector conservador.

En las elecciones generales de 1933, obtuvieron 106.000 votos y ningún diputado. El Gobierno del Partido Radical apoyado por la CEDA paralizó la tramitación del estatuto de Galicia, suspendió la publicación de “A nos aterra” y ejecuta el destierro de Daniel Castelao y  Alexandre Boveda.

El 13 de enero de 1934 tuvo lugar la III asamblea del Partido Galleguista en la que se aprueba, con la oposición de Risco, una alianza con republicanos y socialistas, como única opción para poder conseguir el apoyo para la aprobación del Estatuto de Autonomía. Esta alianza fué ratificada en la IV Asamblea celebrada en Santiago en abril de 1935. Este hecho provocó la escisión de una parte del sector conservador del  partido encabezado por Risco y  Xose Filgueira, que proceden a la formación de otro partido denominado “Dereita Galeguista”.

En Junio de 1935 el Partido Galleguista establece un pacto con Izquierda Republicana y el 25 de enero de  1936, en asamblea extraordinaria celebrada en Santiago, se acuerda el ingreso en el Frente Popular. En las elecciones de 16 de febrero, se presentaron Castelao, Boveda, Suarez Picallo, Anton Villar Ponte y Xerardo Alvarez. Fueron elegidos Castelao por Pontevedra y por Picallo y Villar Ponte por Coruña, obteniendo un total de 287.000 votos.

El 28 de junio de 1936 se aprobó en referéndum el Estatuto de Autonomía de Galicia. Votaron a favor dos tercios del censo electoral y la participación alcanzó el 74%.

La sublevación fascista del 18 de julio de 1936 puso fin a la actividad del Partido Galleguista en Galicia y la represión ahogó con sangre y hierro al pueblo gallego. A pesar de ello, el Partido Galleguista desaprueba la participación de sus militantes en la guerrilla antifranquista.

En 1937 mantiene delegación en Barcelona y publica el periódico Nova Galicia dirigido por Castelao, pero tras la caída de Cataluña se traslada a Francia y después a América del Sur. Muchos de sus miembros continuaron la lucha contra la dictadura desde el exilio.

Justo Beramendi, historiador de referencia del galleguismo político, ha manifestado en relación con el Partido Galleguista que "presentaba un programa socioeconómico muy avanzado para su época". "No se trataba de un partido de izquierda revolucionaria sino más bien de centro pero con un componente que ahora podríamos denominar socialdemócrata, aunque trasladándolo al día de hoy su programa incluso se situaría a la izquierda de las políticas que defienden algunos socialdemócratas actuales".

El secretario general de la UPG, Francisco Rodríguez no  duda en imaginar el panorama político gallego que existiría en caso de que el Partido Galleguista no se hubiera diluido entre el golpe militar: "Ante la clara evolución del PG hacia la izquierda es posible que organizaciones como la UPG no hubieran tenido sentido tal y como nacieron y estaríamos dentro de un Partido Galleguista quizás formulado orgánicamente como un frente".

A sus 97 años, Avelino Pousa Antelo es uno de los escasos supervivientes del viejo Partido Galleguista de los años 30, al que perteneció como miembro de sus Mocedades. "No creo que salga otro Bóveda" -asegura- "Nuestro programa está casi inédito, no se consiguió casi nada de aquel sueño de una Galicia nueva y armoniosa y muchas cosas son ya irrecuperables. Es muy difícil pensar que estamos en el buen camino".

El veterano galleguista que vivió el inicio del partido desde 1931 hasta que las pistolas forzaron su repliegue en 1936, explica que fue posible por la "iniciativa de personas muy inteligentes y válidas de las que surgió una filosofía que la gente entendió y creyó. Se abrió un camino totalmente nuevo que se extendió de una manera insólita para como funcionaban las cosas en Galicia en aquella época, con una lentitud tremenda". Y señala que "también existía una ilusión que ahora no hay".








2 comentarios:

  1. Enhoraboa polo artigo.
    Interesantisimo.

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  2. Grazas Cholo, alégrome que che gustase, aprendín moito ao documentarme para o mesmo
    Apertas




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