“Alguien ha dicho que el Movimiento militar ha sido preparado por unos generales ambiciosos y alentados por ciertos partidos políticos dolidos de una derrota electoral. Esto no es cierto. Nosotros hemos ido al Movimiento, seguidos ardorosamente del pueblo trabajador y honrado, para librar a nuestra Patria del caos, de la anarquía, caos que desde que escaló el Poder el llamado Frente Popular iba preparándose con todo detalle al amparo cínico y hasta con la complacencia morbosa de ciertos gobernantes.
De no haber
salido nosotros al paso con tiempo y en fecha oportuna, la Historia de
la humanidad hubiera conocido en pleno siglo XX la más sangrienta de las revoluciones,
que nos hubiese llevado forzosamente a desaparecer del mapa de Europa como
nación libre y civilizada.
Lo ocurrido en
todos los lugares del territorio nacional en que los “rojos” han dominado es
pequeño botón de muestra de lo que habría sido lo otro: lo que se proyectaba
para el 29 de julio, bajo los puños cerrados de las hordas marxistas y a los
acordes tristes de La Internacional. Sólo un monstruo, de la compleja
constitución psicológica de Azaña, pudo alentar tal catástrofe; monstruo que
parece más bien producto de las absurdas experiencias de un nuevo y fantástico
doctor Frankenstein que fruto de los amores de una mujer. Yo, cuando al
hablarse de este hombre oigo pedir su cabeza, me parece injusto: Azaña debe ser
recluido, simplemente recluido, para que escogidos frenópatas estudien en él
“un caso”, quizá el más interesante, de degeneración mental, ocurrido desde el
hombre primitivo a nuestros días.
Pero todos los
horrores que el pueblo español ha padecido, y en algunos puntos sigue aún padeciendo,
con ser muchos, no son lo más grave, lo que merece mayor castigo; el mayor
castigo lo merece la parte que de tradición a España existe en ciertos manejos
de los caudillos del Frente Popular: instigaciones a la desmembración de
España; ofrecimientos de territorios isleños a cambio de materiales o morales
apoyos, creyendo podrían vencernos; agitación en nuestra zona del Protectorado,
para levantarla en armas, labor que ha venido realizando el experto capitán
Araña señor Prieto [...] con tan mala intención como falta de éxito; y, por
último, el saqueo del oro que se guarda en los sótanos del Banco de España,
saqueo del tesoro nacional, caso sin precedentes en la historia de la
civilización occidental. Pero, ¡ah!, todo esto se ha de pagar, y se pagará muy
caro. La vida de los reos será poco. Les aviso con tiempo y con nobleza: no
quiero que se llamen a engaño.
Hace unos días
ha dicho una de más significantes figuras del Frente Popular -me refiero al
señor Martínez Barrio- que no nos rendíamos, porque no sabíamos cómo hacerlo.
No, señor Martínez Barrio, no. Nosotros no hemos pensado jamás en rendirnos, y
mucho menos ahora, que tenemos la victoria en nuestras manos [...] le invito a
venir a estas tierras en que nosotros dominamos, para que vea cuál es el orden
que aquí impera, cuál es la moral y cuál es el sentir de estas gentes nobles;
será bien recibido, se lo juro, y así podrá comparar la España que
ustedes viven con la nuestra, con la que nosotros disfrutamos, y se dará
perfecta cuenta [...] de quiénes son los vencedores en esta contienda cruel,
pero necesaria.
¿Se nos
pregunta del otro lado que adónde vamos? Es fácil y los hemos repetido muchas
veces: a imponer el orden, a dar pan y trabajo a todos los españoles, y a hacer
justicia por igual [...]. Y luego, sobre las ruinas que el Frente Popular deje
-sangre, fango y lágrimas-, edificar un Estado grande, fuerte, poderoso, que ha
de tener por gallardo remate, allá en altura, una Cruz de amplios brazos [...]
sacada de los escombros de la España que fue, pues es la Cruz,
símbolo de nuestra religión y de nuestra fe, lo único que ha quedado y quedará
intacto en esta vorágine de locura [...]
En resumen: ni
rendición, ni abrazos de Vergara, ni pactos del Zanjón, ni nada que no sea
victoria aplastante y definitiva.”
General Emilio
Mola
Discurso en
Radio Castilla
Burgos, 15 de
agosto de 1936
En resumen, significativas palabras del tipo destinado a dirigir la dictadura por llegar...
ResponderEliminarLlama la atención (bueno, todo llama la atención) especialmente esa valoración de "la compleja constitución psicológica de Azaña" viniendo de quien viene. En fin...
Abrazos