Viéndose rodeada, Lina sin dudarlo dos veces sacó su revólver y se suicidó.
Ya no veremos tu risa,
Tu estrella de Comandante!
Ya tus palabras guerreras
no encenderán nuestra sangre.
Ya no sonará tu voz
por los soldados leales.
Sólo sonará tu cuerpo
cayendo en los olivares.
Solo contra las arenas,
a la luz sonará tu sangre.
Tu caíste Lina Odena
pero no tus libertades,
que de Málaga a Granada
tierra, trigo y olivares ...
Y las novias y las madres
no tienen ya criminales.
¡Que de Málaga a Granada
los caminos son leales!
¡Que todo alberga alegrías
solo tu muerte pesares!
Lorenzo Varela
Retrato de Lina Odena en el Desfile del 6 de marzo de 1937 por las calles de Barcelona. Foto central, la de la única mujer reconocible.
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Muchas gracias por la aportación.
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