España no eres tu,
el de las harcas blancas.
ni tu,
el de los clanes rojos.
España es el hacha.
Y el hacha es la que gana.
Esta vez pierden todos, caballero.
(Me esconderé en el portalón
detrás de la columna
y apostaré después
cuando la bola haya salido)
Esta vez pierden todos caballero:
el que se esconde
y el que huye;
los jugadores de ventaja,
el tramposo,
el garitero
y el matón...
Y el hacha es la que gana.
Cobraremos todos en arena,
todos, hasta los muertos,
que esperan bajo tierra
la gloria y el rosal.
Esta vez pierden todos.
Obispos buhoneros:
volved las baratijas a su sitio,
los ídolos al polvo
y la esperanza al mar.
Hemos bajado el último escalón...
el que acaba en la cripta.
Mirad ahora hacia arriba
por el pozo viscoso de la Historia.
Allá,
en el disco apagado de la noche,
ni una voz
ni una estrella.
Nadie nos llama
ni nos guía,
y mientras nuestra sangre se desborda
el mundo juega al brigde
y el Gran Juez a los dados.
Fuimos un espectáculo anteayer,
pero hoy ya el circo está vacío.
La negra pantomima
fraticida de España,
la vió Tubal-Caín,
es vieja como el mundo,
como el odio y la envidia...
y hoy la enciende y la apaga
un empresario inglés.
Sin embargo, vosotros
podéis aún arroparos, si hace frío,
en una manta proletaria
o en un manto señorial.
Y apedrearme, si queréis,
maldecidme y gritar:
¡Muera ese falso agur
que ve mejor la grupa de la noche
que la frente de la mañana!...
Pero aquí en nuestras manos
sólo hay polvo y rencor.
el de las harcas blancas.
ni tu,
el de los clanes rojos.
España es el hacha.
Y el hacha es la que gana.
Esta vez pierden todos, caballero.
(Me esconderé en el portalón
detrás de la columna
y apostaré después
cuando la bola haya salido)
Esta vez pierden todos caballero:
el que se esconde
y el que huye;
los jugadores de ventaja,
el tramposo,
el garitero
y el matón...
Y el hacha es la que gana.
Cobraremos todos en arena,
todos, hasta los muertos,
que esperan bajo tierra
la gloria y el rosal.
Esta vez pierden todos.
Obispos buhoneros:
volved las baratijas a su sitio,
los ídolos al polvo
y la esperanza al mar.
Hemos bajado el último escalón...
el que acaba en la cripta.
Mirad ahora hacia arriba
por el pozo viscoso de la Historia.
Allá,
en el disco apagado de la noche,
ni una voz
ni una estrella.
Nadie nos llama
ni nos guía,
y mientras nuestra sangre se desborda
el mundo juega al brigde
y el Gran Juez a los dados.
Fuimos un espectáculo anteayer,
pero hoy ya el circo está vacío.
La negra pantomima
fraticida de España,
la vió Tubal-Caín,
es vieja como el mundo,
como el odio y la envidia...
y hoy la enciende y la apaga
un empresario inglés.
Sin embargo, vosotros
podéis aún arroparos, si hace frío,
en una manta proletaria
o en un manto señorial.
Y apedrearme, si queréis,
maldecidme y gritar:
¡Muera ese falso agur
que ve mejor la grupa de la noche
que la frente de la mañana!...
Pero aquí en nuestras manos
sólo hay polvo y rencor.
León Felipe
El hacha, IV
Español del éxodo y el llanto. Doctrina, Elegías y Canciones, 1939
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