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1525. Txupin Etxepare Omenaldia



Txupin Etxepare Omenaldia, es una iniciativa impulsada por el Autobús de la Memoria y la Federación de Peñas de Iruña. Su primer reto, que la ciudad de Iruña reconozca a los mozos y mozas de la Peña La Veleta cediendo el txupinazo de los Sanfermines de 2015 a sus descendientes y amigos.

Txupin Etxepare Omenaldia se crea con el fin de recordar y valorar el esfuerzo de personas, asociaciones e instituciones en pro de unas fiestas populares y participativas. Las asociaciones memorialistas agrupadas en el Autobús de la Memoria / Oroimenaren Autobusa, junto a la Federación de Peñas de Pamplona-Iruña, queremos recuperar la memoria histórica popular de nuestras fiestas y para reconocer el trabajo en esta dirección de personas, asociaciones, peñas e instituciones navarras en el campo social y cultural.

La memoria popular sanferminera ha permanecido arrinconada, y es demasiado importante para dejarla en manos de las elites que históricamente han dominado la política de esta ciudad. A estas alturas, debemos hacer autocrítica por no haber reconocido antes la importancia de las personas que contribuyeron a forjar nuestra historia popular. Por ello, desde ahora nos comprometemos a promocionar la importancia de su legado, y empezamos con esta humilde pero significativa distinción materializada en una escultura representativa, el TXUPIN ETXEPARE OMENALDIA.


Sanfermines 1936: el expolio de la fiesta

Los Sanfermines de 1936 fueron los últimos para el verdadero impulsor del txupinazo sanferminero, Juanito Etxepare Aramendía, ciudadano de a pie y gran animador de las fiestas. Etxepare era el estanquero de la calle Mayor, republicano y entusiasta sanferminero, y por eso pidió en 1931 permiso para lanzar el primer cohete, popularizando un acto hasta entonces anónimo y poco concurrido. Etxepare lanzó todos los chupinazos durante la II República, a pie de calle, en plena plaza del Castillo, rodeado de la chiquillería y de algunos de los fascistas que contribuirían al golpe militar que acabó con su vida durante el verano de 1936. Todavía hoy no se sabe quién asesinó a Etxepare ni dónde está su cadáver, pero su estanco fue parte del botín de guerra que se repartieron falangistas y requetés.

No les bastó con eso. 

A partir de 1939, dos falangistas de primera hora como Joaquín Ilundáin y José María Pérez Salazar se atribuyeron el honor de lanzar el chupinazo, y como concejales del primer Ayuntamiento franquista, lo instituyeron como acto oficial. En 1941 comenzó a lanzarse desde el balcón de la Casa Consistorial, convirtiendo una iniciativa republicana, popular y espontánea en un acto falangista, oficial y autoritario.

Con esta distinción escultórica queremos recordar y honrar la figura del ingenioso mozo Juanito Etxepare, así como reconocer el valor de su legado popular, el mismo que le negaron sus asesinos al arrebatarle la vida y ocultar el mérito de haber sido el primer lanzador del cohete anunciador de nuestras fiestas.  La distinción Txupin Etxepare Omenaldia llevará grabado el nombre del popular estanquero de la calle Mayor y representará el momento del primer txupinazo, simbolizando así el impulso popular por la recuperación de lo mejor de nuestras fiestas: su carácter popular.


Peña La Veleta, impulsores de la indumentaria sanferminera, lanzar el Txupinazo, una reparación ineludible

Un símbolo indiscutible de los Sanfermines, la indumentaria blanca, guarda en su memoria otro crimen político aún no reconocido. Como se sabe, los mozos de la Peña La Veleta de la calle Jarauta fueron los primeros que empezaron a ir de blanco durante las fiestas, al menos desde 1931. La militancia obrera y republicana de muchos de ellos les costó la vida tras los Sanfermines de 1936. Es el caso de José Zapatero Barea, entre otros, fusilado en Valcardera, y de Honorino Arteta, que pudo salvar la vida en el último momento. Otros, como Galo Vierge, fueron represaliados, y de los demás se ha perdido la pista.

Hoy en día, muy pocos pamploneses/as y casi ningún visitante saben que al vestirse de blanco están homenajeando de forma inconsciente a aquellos mozos y mozas republicanas de La Veleta, cuya indumentaria blanca se ha convertido en uniforme indiscutido de la fiesta por toda Navarra, pero también en Baiona y otros muchos lugares. Durante todos estos años, la represión política se ha cobrado más víctimas, como Germán Rodríguez en 1978, a cuyo recuerdo cada 8 de julio debe sumarse en 2015 el homenaje consciente a los mozos de la Peña La Veleta. Por todo ello, se propone que la primera edición del Txupin Etxepare Omenaldia se entregue a los descendientes y amigos de aquellos pioneros de la Peña La Veleta, en reconocimiento a su aportación sanferminera, la universal indumentaria blanca, pero también como reparación simbólica de la terrible represión que aquellos mozos y mozas sufrieron por ser trabajadores/as y republicanos/as.

Además, la ciudadanía de Pamplona-Iruña propone al Ayuntamiento que los familiares de los mozos y mozas de la Peña La Veleta sean designados como lanzadores del txupinazo el 6 de julio de 2015, a modo de reparación por la persecución política -en muchos casos mortal- que sufrieron hace ahora 79 años. 










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