Condenada a la pena de treinta años por un delito de
auxilio a la rebelión y encarcelada en la Prisión Maternal de San Isidro de
Madrid, destinada a mujeres embarazadas o con niños lactantes y dirigida por la siniestra María Topete, que empeñada en evitar que los hijos de
las "rojas" se contagiaran de la ideología de sus madres, separaba a
las presas de sus hijos cuando éstos alcanzaban el año de edad. Muchos de estos
niños acababan recogidos por el Auxilio Social o adoptados ilegalmente.
Ángela estaba embarazada del que sería
su único hijo, Roberto, que fué acogido por sus abuelos maternos cuando contaba
tres meses. Es él quien nos ha facilitado los pocos datos que conoce sobre la
represión de su madre.
Trasladada después a la Cárcel de Ventas, coincidió en espacio y tiempo con las desafortunadas Trece Rosas. Nos
cuenta su hijo que tuvo el honor de cantar para ellas la víspera de su ejecucción a petición de éstas. Ángela cantaba en el coro de la
prisión en las ceremonias religiosas hasta que le fué prohibido.
Coincidiendo con un cumpleaños de la
hija del caudillo se le rebajó la condena a siete años y fue llevada a la
cárcel de Sogovía, de donde salió en libertad en 1950.
Un cáncer puso fín a su vida en 1982.
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