Al pasar el puerto
se le ceñía la capa,
se le volaba el sombrero.
El corazón desgreñado
tenía, al pasar el puerto.
Antonio Machado
Entre
harapos de niebla y lluvia
viene dando
traspiés y al fin despéñase
la mañana sobre
el Pirineo: viene
dando traspiés montaña arriba,
calado hasta los huesos
del espíritu, un hombre,
un hombre solo -un pueblo solo-
(consigo trae la rosa intacta
de su patria, la voz más pura
que ha sonado en el alto páramo
del Duero),
en el angosto
puerto de la frontera
se detiene, mira
hacia atrás, contempla
la tierra desollada
y triste, la hermosa tierra
hendida
por las bocas del odio
y sus tumores,
viene dando
traspiés y al fin despéñase
la mañana sobre
el Pirineo: viene
dando traspiés montaña arriba,
calado hasta los huesos
del espíritu, un hombre,
un hombre solo -un pueblo solo-
(consigo trae la rosa intacta
de su patria, la voz más pura
que ha sonado en el alto páramo
del Duero),
en el angosto
puerto de la frontera
se detiene, mira
hacia atrás, contempla
la tierra desollada
y triste, la hermosa tierra
hendida
por las bocas del odio
y sus tumores,
«¡España vencida toda,
de río a río, de monte a monte, de mar a mar!»
de río a río, de monte a monte, de mar a mar!»
con el pañuelo, trémulas
las manos, ojos
que ya no ven, se enjuga luego
las gotas -¿o las lágrimas?-
que tiemblan en su rostro
y de nuevo
comienza a caminar.
las manos, ojos
que ya no ven, se enjuga luego
las gotas -¿o las lágrimas?-
que tiemblan en su rostro
y de nuevo
comienza a caminar.
(Inmediata, quién sabe
si presentida, pero siempre
repintada alcahueta, más allá
de la montaña, en un
pueblo de pescadores,
en la cama
de un pobre hotel,
la muerte
entre las húmedas
sábanas está
esperándolo como
una amante impaciente.)
si presentida, pero siempre
repintada alcahueta, más allá
de la montaña, en un
pueblo de pescadores,
en la cama
de un pobre hotel,
la muerte
entre las húmedas
sábanas está
esperándolo como
una amante impaciente.)
Juan
Rejano
La montaña y el mar
¡Tremendo! No conocía esta poesía ni a su autor.
ResponderEliminarSalud!
Eso es lo que hizo el franquismo, y aún lo pagamos hoy: borrar la memoria de los intelectuales comprometidos con la causa republicana. Juan Rejano, fue un poeta, escritor, periodista de la generación del 27, que junto a miles de españoles ilustres y anónimos cruzó la frontera de los Pirineos, para terminar en el campo de concentración de Argeles. Más tarde el Sinaia le llevaría a México. Jamás regresó del exilio.
EliminarEl poema completo se titula "La montaña y el mar", y es un homenaje a Antonio macho y Pablo Neruda. He publicado solo la parte dedicada a Machado.
Siempre asocio la dictadura a esto que dijo Gilles Deleuze.
ResponderEliminar"Efectuar algo de la propia potencia es siempre bueno: es lo que dice Spinoza. Naturalmente, ello plantea problemas, que requieren algunas precisiones. No hay potencia mala, lo que es malo, habría que decir, es el grado más bajo de la potencia, y el grado más bajo de la potencia es el Poder. Quiero decir: ¿qué es la maldad? Es impedir que alguien haga lo que puede. La maldad es impedir que alguien haga, que efectúe su potencia, de tal suerte que no hay potencia mala: hay poderes malos. Y tal vez todo poder sea malo por naturaleza. [...] se trata de la idea de la confusión entre el poder y la potencia: es una idea ruinosa, porque el Poder separa siempre a la gente que está sometida de aquello que pueden. En efecto, la tristeza está ligada a los sacerdotes, a los tiranos, a los jueces... Se trata de gente que, siempre separa a sus súbditos de aquello que estos pueden".
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Entre los innumerables crímenes perpetrados por la dictadura está el de haber cercenado la posibilidad misma. Un espanto.
Desgracia en todas las familias donde entro la mano del fascismo para segar la vida de alguno de sus seres desgracia en tantas casas y en tantos b
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