Quisiera
haberlo dicho personalmente, pero el hombre es el único animal que no puede
estar en dos sitios al mismo tiempo. Quisiera haberos dicho que Miguel
Hernández no murió por ser poeta o por ser comunista. Murió por ser poeta
comunista. Como poeta simplemente hubiera quitado la palabra a los dioses.
Como poeta comunista se la quitó a los dioses para dársela al pueblo. Qué
escándalo. Qué escándalo en esta larga noche en que los comunistas han pasado
por un túnel de sangre y desprecio. Qué escándalo tener entre las señas de
identidad un poeta como Miguel Hernández, que murió por culpa del miedo que los
verdugos tenían a la alianza del comunismo y la poesía.
Aporto
un poema de recuperación, en un leve intento de que Miguel Hernández no sea
arrebatado por el carro iluminado de una cultura escrita con ka y con
mayúscula.
A
Miguel Hernández recuperado
Dijiste
será
la garra suave
dejadme
la esperanza
Y
no
no
fue la garra suave
Ni
fue fácil conservar la esperanza
aún
la garra arranca sangres de madrugada
aún
hay rincón de gritos, himnos, salmos,
aún
sótanos oscuros donde perder la sombra
ciudades
que sepultan de adiós y de ignorancia
no
fue la garra suave,
no
ni fue fácil conservar la esperanza
pero
sobrevivimos de uno en uno y juntos
para
recuperar futuros, recuperar memorias
recuperar
su timbre, recuperar la historia
prohibida
de mil ríos de muerte y de deseos.
así
hoy
En
torno a ti reunidos
en
torno a ti llamarnos
Camaradas.
Manuel
Vázquez Montalbán
Homenaje
de los puieblos de España a Miguel Hernández, 1976
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