Lo Último

1891. A Miguel Hernández




Quisiera haberlo dicho personalmente, pero el hombre es el único animal que no puede estar en dos sitios al mismo tiempo. Quisiera haberos dicho que Miguel Hernández no murió por ser poeta o por ser comunista. Murió por ser poeta comunista. Como poeta simplemente hubiera quitado la palabra a los dioses. Como poeta comunista se la quitó a los dioses para dársela al pueblo. Qué escándalo. Qué escándalo en esta larga noche en que los comunistas han pasado por un túnel de sangre y desprecio. Qué escándalo tener entre las señas de identidad un poeta como Miguel Hernández, que murió por culpa del miedo que los verdugos tenían a la alianza del comunismo y la poesía.

Aporto un poema de recuperación, en un leve intento de que Miguel Hernández no sea arrebatado por el carro iluminado de una cultura escrita con ka y con mayúscula.


A Miguel Hernández recuperado

Dijiste
será la garra suave
dejadme la esperanza

Y no
no fue la garra suave
Ni fue fácil conservar la esperanza

aún la garra arranca sangres de madrugada
aún hay rincón de gritos, himnos, salmos,
aún sótanos oscuros donde perder la sombra
ciudades que sepultan de adiós y de ignorancia

no fue la garra suave,
no ni fue fácil conservar la esperanza

pero sobrevivimos de uno en uno y juntos
para recuperar futuros, recuperar memorias
recuperar su timbre, recuperar la historia
prohibida de mil ríos de muerte y de deseos.

así hoy
En torno a ti reunidos
en torno a ti llamarnos
Camaradas.


Manuel Vázquez Montalbán
Homenaje de los puieblos de España a Miguel Hernández, 1976









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