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2061. Vicente García Holgado (hijo). Un vencedor vencido desconocido

Nació en la Argentina el 4 de enero de 1915, de padres españoles. Su padre Vicente era salmantino de La Fregeneda y su madre Mauricia catalana nacida en Badalona.

Su infancia y adolescencia transcurren en Madrid. Sus estudios en el Instituto de Segunda Enseñanza de San Isidro, el Liceo Francés y toma clase de violoncelo (su gran pasión) en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación de Madrid.

En el Liceo Francés conoce al que luego será su gran amigo Emilio López Puigcerver. En la casa de Emilio organizaban conciertos. Vicente tocaba el violoncelo y otros amigos el piano, el violín… era la época de la alegría, de la esperanza, de la II República. Ambos estudian medicina en Salamanca, y el 18 de julio Vicente estaba en Madrid y Emilio en Santander. Es así como sus caminos se separan.

El 18 de julio lo encuentra en Madrid, cuando desde Salamanca con otros amigos de la Facultad de Medicina iban a concurrir a las Olimpíadas de Barcelona. El día del golpe de estado, deciden no participar de ellas, y se alista junto a varios compañeros en el Batallón Comuneros de Castilla. Como argentino, no estuvo nunca obligado a luchar, pero sus ideales y valores lo llevaron a defender la II República pudiendo haberse negado.

En su expediente personal que obra en el Archivo de Salamanca consta un certificado de pertenencia a la Federación Universitaria de Izquierdas (FUE). Asimismo, el certificado afirma que es un compañero que goza de total confianza por parte de la Federación y que se le debe permitir circular con entera libertad. El certificado data del 12 de agosto de 1936.

Es nombrado ayudante médico el día 24 de septiembre de 1936 en el Batallón Comuneros de Castilla. El 2 de marzo de 1937, comienza a formar parte de la Brigada Lister, 11 División perteneciente al V Regimiento. Por lo tanto, participó de la lucha del Batallón Comuneros de Castilla en el período del 12/8/1936 al 2/3/37. Con el V Regimiento, participó como como Alférez Médico ya en la Batalla de Guadalajara. Asimismo, junto al V Regimiento participó en la Batalla de Brunete como Teniente Médico. Lograron resistir en el cementerio de Brunete hasta el 25 de julio para terminar perdiendo la disputada localidad.

En Teruel la 11 División luchó junto con la 25 división de García Vivancos en la llamada columna norte. Como en otras ofensivas la actividad de la 11 división fue destacada ya que recibió la misión de romper el frente e ir a la vanguardia del ataque. Esta unidad fue terriblemente castigada, recibiendo Lister la orden de retirar las tropas. Tras la batalla de Teruel quedó emplazada en la  retaguardia para rehacerse del fuerte desgaste a que se había visto sometida.

Y llega el momento de la ansiada Batalla del Ebro, la ilusión republicana, una de las batallas mejor proyectadas por entre otros el gran General Rojo.

En los ásperos campos de Gandesa y en las crestas de las sierras de Pandols y Cavalls se decidía el futuro inmediato de Europa, el de la República Española y el de Catalunya. En la primavera de 1938, miles de jóvenes reclutas catalanes se incorporaron a las unidades existentes y a las reorganizadas nuevamente. La División cruza el Ebro la madrugada del 25 de julio de 1938. Lograron hacerse con el control de las Sierras de Pandols y Cavalls posiciones que dominaban las alturas de Gandesa y excelentes puntos de observación y defensa. Pero están físicamente agotados y no puden lanzarse al asalto de Gandesa. La unidad se establece en la Sierra de Pandols. Sin embargo, no es suficiente y tiene que regresar y cruzar el Ebro nuevamente. La 11 División fue galardonada con la Placa Laureada de Madrid por su valor durante estos combates.

Finalizada la guerra, mi abuela Mauricia lo buscó incansablemente, escribió a la Cruz Roja, pero aún hoy continúa desaparecido.

Hoy mi tío es polvo de estrellas.

Tío Vicente, estoy orgullosa de tu lealtad a la República, y  prefiero recordarte en tu retrato con tu uniforme de miliciano siempre joven...


Inés García Holgado



 






1 comentario:

  1. Que pena de juventud perdida por culpa de un ambicioso general, que bajo palio hizo asesinar a miles de personas, por sus ideas democráticas, siempre en nuestra memoria, no olvidaremos.

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