No hay un rincón en la tierra
donde el hombre que sintió y siente la causa justa de la libertad, no haya
tenido mártires.
La historia recoge en sus páginas los nombres de los hombres que
fueron martirizados en holocausto de la ley y el orden, por su lucha a favor
de la libertad del género humano.
Hoy mismo contemplamos en la historia de España la lucha más sangrienta
que conoce la humanidad, y es por defender los derechos indiscutibles del
pueblo.
¡Qué tragedia cuando contemplan los cuadros del expatriación de
los niños españoles, con un cartelito al cuello indicando el destino qué
llevan!
¡Inocentes! Van errantes por el mundo sin saber por qué ni adonde, porque
no saben nada del bien ni del mal!
¿Llegaréis a comprender mañana, cuando la historia os revele esta
tragedia, el martirio de vuestros padres?
Pero aunque vosotros mañana no llegarais a comprender todo el
martirio que encierra esta tragedia, tendréis la satisfacción de saber que
vuestros padres tuvieron en el mundo a todos los hombres por hermanos, y
que vosotros tuvisteis por padres a todos los que quieren paz y libertad para
todos.
Llegaréis a saber que la humanidad lucha por vosotros, y tanta es,
su emoción, que contribuyo en masa por el triunfo de la causa española.
¡Milicianos populares! Los obreros de Tampa y hombres de buen
corazón de todos los sectores sociales, juramos seguiros ayudando en vuestra
lucha hasta el día de la victoria.
¡Niños españoles! Mártires inocentes, sabed que en Tampa tenéis
también muchos padres y madres que jamás os abandonarán.
El Comité Popular Democrático del Socorro a España
Publicado en Facetas de la actualidad española núm. 4
La Habana, julio de 1937
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