Este
año se conmemora el 90 aniversario de la
Escuela de Vallecas, cuando en los inicios de 1927, el escultor Alberto Sánchez, su amigo y discípulo, Pancho Lasso y a los que meses después
también se unió el pintor Benjamín
Palencia, comenzaron sus paseos por el pueblo de Vallecas y el cerro Almodóvar en su búsqueda de una
respuesta plástica nacional al modernismo y las vanguardias artísticas europeas
de aquel tiempo.
Aquella
experiencia que tuvo como escenario el campo vallecano fue un movimiento que
-años después- él mismo bautizó como Escuela de Vallecas y que supuso una de
las expresiones plásticas de mayor relieve de la primera mitad del siglo XX.
Impregnados
de su espíritu renovador, en aquellos paseos hacia los campos vallecanos,
Alberto y Benjamín, fueron acompañados con mayor o menor frecuencia, por otros
artistas, escritores y poetas como Luís Castellanos, José Bergamín, Luís Felipe
Vivanco, E. Díaz Yepes, J.M. Díaz-Caneja, Maruja Mallo, Alberti, Neruda,
Federico García Lorca o Miguel Hernández.
Aquellos
paseos –casi a diario según escribió el propio Alberto- los hacían partiendo
desde Atocha en la proximidad del Gran Café
Social de Oriente en donde tenían lugar las tertulias de arte en las que
participaban activamente, y “caminando
junto a las vías del tren”, hasta llegar al pueblo de Vallecas, destino frecuente
de muchos de ellos. Allí, atravesando sus campos de trigo, olivares, viñas y
caminos aledaños alcanzaban el cerro Almodóvar, bautizado por ellos como “cerro
Testigo” de su postulado plástico.
Recogiendo
el espíritu de aquellos paseos “iniciáticos”, como homenaje a ellos y a uno de
su más ilustre compañero de aquella aventura, Miguel Hernández en el 75º
aniversario de su muerte, realizaremos el primer “Paseo cultural homenaje a la poética de la Escuela de Vallecas”,
recuperando poéticamente noventa años después, la memoria de aquel paisaje que
transitaron, por lugares simbólicos que aún sea posible reconocer y la de los
caminos que conducían a su cerro Testigo y que comunicaban los pueblos vecinos
de Vallecas y Vicálvaro. Este paseo cultural recordará cada año, a aquellos
artistas que enraizaron en nuestro pueblo en la búsqueda del reconocimiento
estético de la naturaleza y del paisaje desde las coordenadas de la más
absoluta modernidad.
Al
mismo tiempo, este paseo cultural tendrá una mirada hacia la vida en la ciudad
en la que el sosiego del paseo y la búsqueda de un espacio abierto, permita rehumanizarla
y, metafóricamente, rememorar también a Alberto Sánchez, Benjamín Palencia y su
“troupe” vanguardista que buscaron en
aquella naturaleza rural del extrarradio de la gran ciudad, la pureza de su
propuesta plástica.
La
ruta destacará los puntos más representativos cuyo valor histórico o de arraigo
en las costumbres populares de los pueblos de Vallecas y Vicálvaro donde tenían
lugar aquellos paseos, puedan aún hoy ser reconocidos o recordados.
Dado
que transcurre por lo que hoy son tres distritos, se invita también a
participar a las vecinas y vecinos de Puente de Vallecas y Vicálvaro a través
de sus respectivas mesas de Cultura del Foro Local.
El desarrollo del recorrido del paseo cultural tiene
su inicio en la entrada del Museo Reina
Sofía, junto a la réplica de la escultura de Alberto Sánchez para el
pabellón Español de la Exposición internacional de París de 1937, “El pueblo español tiene un camino que
conduce a una estrella” y muy cerca al lugar desde ellos mismos lo hacían
hace noventa años, y tiene como punto
final el cerro Almodóvar.
En el recorrido se realizarán paradas en lugares
significativos en donde tendrán lugar intervenciones poéticas y musicales. Se
harán lecturas de poemas y textos de Neruda, Alberti, Miguel Hernández, Picasso,etc.,
dedicados especialmente a Alberto Sánchez y a la Escuela de Vallecas. El
recorrido será peatonal, excepto el tramo inicial desde Atocha, que se
realizará en metro.
Como homenaje destacado al compañero y protagonista de
aquella aventura, la primera parada será en el monumento dedicado a Miguel Hernández en Vallecas, junto a
la estación de metro de su mismo nombre en la Línea 1. Allí, se
realizará el encuentro con quienes inicien en ese lugar el recorrido del Paseo,
teniendo lugar además, una lectura poética.
A partir de ese punto el recorrido del Paseo será
peatonal y semiurbano, primero por la Avenida de la Albufera, pasando junto a
lugares que tuvieron gran arraigo en las costumbres y tradiciones del pueblo de
Vallecas: la ermita de San Antón ya desaparecida, La Arboleda –una «arboleda
perdida» para los vallecanos- y la fuente de Carrantona. En este último punto, que administrativamente, hoy pertenece
al distrito de Vicálvaro, volveremos la mirada hacia el marco rural que aquel
espacio significó para Vicálvaro y Vallecas, realizando el encuentro con los
vecinos del antiguo pueblo (hasta 1951), que deseen incorporarse al paseo.
Desde
Carrantona,
el recorrido continúa por una zona de parque
forestal que permitirá divisar con perspectiva el Cerro Almodóvar al ir
aproximándose a él. El paseo subirá por las sendas tradicionales desde
Vicálvaro que permiten salvar el desnivel de manera cómoda.
Una vez tomado un descanso tras el recorrido efectuado
(6,3 km), se realizará un recital
poético, musical y lectura de algunos textos en recuerdo a los artistas de
la Escuela de Vallecas y de la generación del 27 recordando además, que aquel
lugar fue el elegido por Alberto para erigir una versión a gran escala de su
obra Monumento
a los Pájaros.
Las vistas
desde el Cerro Almodóvar
Se
trata del segundo punto más alto de la ciudad de Madrid (la cota más elevada
está en el barrio de Pinar de Chamartín con 742 m.). Su nombre deriva del
árabe que significa “el redondo”;
desde su meseta superior (726 metros, en la base 670 m.) se tiene una amplísima
visión circular de Madrid y todos sus alrededores, con la sierra de Guadarrama
de fondo (Monte Abantos, La Maliciosa, La Cuerda Larga y el macizo
granítico de La Pedriza son visibles en días claros y sin contaminación y
puede divisarse también el Pico Ocejón (2049 m) de la sierra de
Ayllón, y otros cerros testigos más próximos como el de los Ángeles, el de San
Juan del Viso en Alcalá y el de los Batallones (Torrejón de Velasco).
Desde
allí, además de Vallecas y Vicálvaro, se divisan Barajas, Paracuellos, Coslada,
Torrejón y Alcalá de Henares, Mejorada del Campo, Rivas Vaciamadrid, Arganda
del Rey, Campo Real, La Marañosa, los altos de Morata de Tajuña, Getafe,
Villaverde, Usera, … Y de manera espectacular el centro de la ciudad de
Madrid, con su "skyline" (Torres KIO, Cuatro Torres, Pirulí, Torre
Picasso, Torre del Retiro, Torre de Valencia), e incluso el edificio Telefónica
de la Gran Vía, (1926-1929) “rascacielos” que sería observado desde allí
también por los componentes de la Escuela de Vallecas hace noventa años, levantándose
como un tótem gigante sobre todos los edificios de la ciudad hasta sus casi 90
metros de altura.
[…] «De todo esto surgió la idea de
lanzar una nueva escuela, la Escuela de Vallecas. Tomamos la cosa con verdadero
fanatismo. Nos dimos a coleccionar piedras, palos, arenas y todo objeto que
tuviera cualidades plásticas. Hasta el extremo de que una vez encontramos en un
barbecho de Vallecas un zapato viejo de mujer y sobre el
hallazgo comparamos los dos mundos: el de campo abierto y el del interior de
Madrid. Esto nos hizo lanzar el grito de "¡Vivan
los campos libres de España!".» [1]
________________
[1]
Declaraciones de Alberto Sánchez, publicadas en el libro “Palabras de un
Escultor” 1975
Mesa de Cultura y Deporte
Foro local Villa de Vallecas
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