No podíamos creerlo. El mundo de los anti fascistas
fue profundamente conmovido. Una mujer extraordinaria había muerto. Nuestras
banderas rojas se inclinaron (...). ¡Qué día amargo debe haber sido, Tina,
cuando te enterraron en tierra mexicana, a ti, quien había vivido rodeada por
los fuertes, por los que nunca dejan de luchar por un mundo mejor y los que
defienden la verdad contra la mentira de los que sólo conocen el poder y la especulación!
No fuiste una refugiada cualquiera que había muerto; fuiste un símbolo que
estaba naciendo. Después de treinta años, las mujeres seguimos aprendiendo de
ti, de tu dedicación, de tu lucha por la causa del proletariado, de tu
solidaridad con los que sufren. ¿Cómo puedo olvidar yo, mujer española en el
exilio, tu ejemplo extraordinario? Las lágrimas son poco [...] Quiero que un
día, un joven grabe en las rocas de la Sierra de Guadarrama el nombre que nadie
puede borrar de nuestra memoria: Tina Modotti. Nuestra María". (María
Teresa León)
María
Torres / Enero 2011
Tina fue un ejemplo de compromiso, un ejemplo
con el género humano que la llevó a luchar en el Estado Español contra la
rebelión fascista. Un ejemplo que en pleno siglo XXI sigue de vigente
actualidad, pues siguen siendo necesarias personas como ella, de ideas claras,
compromiso decidido y corazón sencillo.
El 21 de junio de 2009 la agrupación del Partido
Comunista de Getafe cumplió este deseo de María Teresa León colocando en esa
sierra una pequeña placa con el nombre de "nuestra María".
Vivió una vida intensa, profunda y comprometida.
Revolucionaria, de las que creía que otro mundo era posible. Se preocupó de los
desfavorecidos, los refugiados, los olvidados de cualquier país. Su
sensibilidad le permitió retratar por primera vez, desde la visión de una
“extranjera”, la realidad de México, descubriéndolo y descubriéndose al mismo
tiempo.
Su vida privada fue escudriñada por el poder que la
utilizó como atracción pública en un juicio en el que se demostró que la
situación de las mujeres mexicanas era de plena sumisión, y que a la vista de
los hombres no tenían valor alguno o si acaso un valor secundario.
Siempre fumando, siempre con su chaqueta negra, su
falda negra, unos zapatos de tacón bajo, una blusa blanca y el pelo recogido en
un moño. Esta era la indumentaria que Tina llevó casi toda su vida. No podía
pasar por su cabeza tener o ser más que nadie.
Assunta Adelaide Luigia Modotti, nació el 17 de agosto
de 1896 en Udine, una pequeña ciudad de fábricas textiles en el norte de
Italia. Su padre, Giuseppe Modotti, era mecánico y su madre, Assunta Mondini,
ama de casa. Tina se educó en escuelas italianas y austriacas, pero debido a
los bajos recursos económicos con los que contaba su familia, a los 12 años se
vio obligada a trabajar en una de las fábricas textiles de su ciudad natal,
aunque este hecho no mejoró la situación económica familiar.
Cuando tenía diecisiete años, emigró a Estados Unidos
con su familia, donde comienza a trabajar en una fábrica de seda (de 1913 a
1914) y después como modista hasta 1917. Tenía 21 años cuando se casa con el
poeta y pintor Roubaix de l’Abrie Richey quien la introdujo en el mundo
cultural de los Ángeles y durante los años veinte fue protagonista de cuatro
películas en el Hollywood del cine mudo.
Su relación con Robo se rompe cuando conoce al
excelente fotógrafo americano Edward Weston, con quien empieza a colaborar como
modelo, de quien aprendió fotografía y con el que se marchó a México en 1922.
Allí trabajó como fotógrafa profesional y modelo. Conmovida por la explotación
en la que vivía la clase trabajadora de la posrevolución mexicana, Tina se
convierte en activista revolucionaria desde principios de los años veinte,
desarrollando fuertes lazos con miembros del grupo de la Unión Mexicana de
Artistas como Diego Rivera, Frida Khalo, David Alfaro Siqueiros, José Clemente
de Orozco, y con del general de la Revolución Manuel Galván.
Por su casa pasaban John dos Passos, Alexandra
Kollontai, Cesar Augusto Sandino, Rene de H’arnoncourt y Katherin Anne Porter.
Era la fotógrafa de Dolores del Río, Antonieta Rivas Mercado y de mujeres y
niños anónimos, flores, plantas y campesinos. Tina llegó a identificarse
totalmente con el país, sin embargo, su actitud y costumbres chocaron con la
moral provinciana del México de la época.
Mantuvo una relación con el muralista Xavier Guerrero,
quien la introdujo en el Partido Comunista en 1927. Participó activamente en la
campaña "Manos fuera de Nicaragua" en apoyo a la lucha de Augusto
César Sandino y ayudó a fundar el primer comité antifascista italiano. En 1928
conoció a Julio Antonio Mella, en una manifestación en protesta por la
ejecución de Sacco y Vanzatti. Julio Antonio era un dirigente estudiantil
cubano que más tarde fundaría el Partido Comunista Cubano. Vivieron tres meses
juntos. El 10 de enero de 1929, una fría noche de invierno, murió tiroteado en
sus brazos.
En 1930 es acusada falsamente de conspirar para
asesinar al presidente de México Pascual Ortiz Rubio. Fue sometida a juicio y
expulsada del país. En su marcha se detuvo en Berlín, allí tomó sus últimas
fotografías, mientras los camisas pardas se iban haciendo, legalmente y a
puñetazos, con el poder. Desolada, se fue a Moscú. Ya convertida en activista
de Socorro Rojo Internacional, vivió en pareja con Enea Sormenti, alias
Vittorio Vidali, a quien había conocido en México y que más tarde se convirtió
en el Comandante Carlos del Quinto Regimiento en la España de la guerra civil,
del que decían que tuvo algo que ver con el asesinato del cubano Mella. En Alemania
fue agente del Comintem. Colaboró llevando dinero para sacar presos de las
cárceles nazis, ayudando a los trabajadores en huelga, atendiendo a los
huérfanos que el capitalismo salvaje iba dejando a su sombra.
Cuando estalló la revolución asturiana de 1934,
intentó entrar en España para ofrecer su ayuda, pero no lo logró hasta 1935.
Desde Madrid se trasladó a una Asturias derrotada, repleta de muertos, presos y
hombres exilados y ella, la antigua modelo y actriz de Hollywood, se mimetizó
con las mujeres y los hombres que mantenían las organizaciones de clase
declaradas fuera de la ley por el gobierno del Bienio Negro.
Después de la rebelión militar, en 1936, se alistó al
Quinto Regimiento y trabajó con las Brigadas Internacionales, con el nombre de
María. Combatió en la Guerra española, desde un hospital, encargándose de los
heridos y los niños que llegaban destrozados por las bombas. Trabajó con
Alberti, Machado, María Teresa León, Neruda, Hernández, Connie de la Mora y
tantos otros. Y escribió en la revista de Socorro Rojo, para más tarde, en
1939, exiliarse en México.
Continuó con su actividad política a través de la
Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi y en 1940 el gobierno de Lázaro
Cárdenas anuló la expulsión que se había decretado contra ella en 1930, el
mismo año que dejó de hacer fotografías. Nunca más quiso tomar una cámara en
sus manos.
Rodeada de unos pocos amigos sobrevivió sus últimos
tres años, hasta que en la noche del 5 de enero de 1942, al salir de la casa de
su amigo Hannes Meyer, para dirigirse a la suya, la sorprendió la muerte en
forma de un improbable ataque al corazón. Tenía 46 años.
Se la enterró en la parte más pobre del Panteón de
Dolores en la Ciudad de México, pero su piedra funeraria lleva grabados los
primeros versos del poema que le escribió Pablo Neruda.
Tina Modottí, hermana, no duermes, no,
no duermes
Tal vez tu corazón oye crecer la última rosa
De ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa
Descansa dulcemente, hermana.
Tal vez tu corazón oye crecer la última rosa
De ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa
Descansa dulcemente, hermana.
“Puro es tu dulce nombre, pura es tu
frágil vida.
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma
De acero, línea, polen se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma
De acero, línea, polen se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.
(Versos de Pablo Neruda esculpidos en la tumba de
Tina,
ubicada en el Panteón de Dolores, en la ciudad de
México)
Libro recomendado: "Modotti, una mujer
del siglo XX", Ángel de La Calle, Editorial Sinsentido, 2007
He conocido este texto, que me encanta, por la pág. de fb de María Milán. Lo hago mío y republicaré, no antes de un mes, si estás de acuerdo. Mencionando, como siempre, tu autoría u origen..
ResponderEliminarPAQUITA
No hay problema Paquita, siempre que cites la autoria como dices. Lo escribí hace tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
La belleza de tu rostro, la belleza de tu corazón,la belleza del compromiso de tu lucha, la belleza de ser una gran mujer.
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