Ya manifestó su temperamento rebelde cuando en 1923 abandonó, en tercero, los estudios en la Escuela Normal de Zaragoza y volvió a Calatayud con su familia, donde Arturo Sanmartín estaba destinado de maestro. Entonces, animada por Arturo, se matriculó libre en Teruel y acabó Magisterio. En 1926, gracias a Manuel Bartolomé Cosío, comenzó a trabajar de maestra en la “Fundación Sierra Pambley” (Villablino, León), regida por la Institución Libre de Enseñanza (ILE), a la que también fue su marido, que había sido expedientado en Calatayud. En 1929 se trasladaron a Madrid, cuando Arturo aprobó el ingreso en la Escuela Superior de Magisterio. Desde 1929 hasta 1932 regentaron una escuela de la Sociedad de Amigos del Progreso en el barrio de Tetuán. En junio de 1931 participó en el Congreso de la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) y propuso que se considerara “el derecho de prioridad como recompensa a la permanencia en escuelas rurales”. También fue directora y profesora de las colonias escolares de El Molar y Riofrío. Sofía, mujer avanzada en su época, trabajó para mantener a la familia mientras su marido estudiaba, aunque él nunca dejó de dar clases. Además de trabajar con entusiasmo, siempre junto a su marido, se implicó en la política, y en el cuidado de sus niños pequeños: Arturo (Villablino, 1927), Adolfo (Villablino, 1929 – Madrid, 2001) y Natalia (Madrid, 1931). En 1933, al aprobar Arturo las oposiciones de Inspector de Enseñanza Primaria, toda la familia se trasladó a Palencia y ella trabajó de interina entre otros sitios en el Colegio Gil de Fuentes. En 1934 aprobó con el número 2 de su grupo (hombre y mujeres) los Cursillos. Desde 1934 hasta 1936 fue maestra propietaria de Palencia. En 1935 formó parte de la Comisión formada para mejorar la situación de los maestros de “la octava categoría. En 1936 era directora de la colonia de El Monte el Viejo, promovida por la Asociación de Amigos del Niño y mantenida por el Ayuntamiento de Palencia”. Esos años desplegó una intensa actividad política en el PSOE y en la FETE-UGT: dio mítines en Dueñas y en Navas, y fue coordinadora de los Pioneros de las Juventudes Socialistas de Palencia.
Con el triunfo del golpe de estado de 1936, en agosto la detuvieron en la colonia de El Monte. A continuación la llevaron a su casa para que recogiera sus pertenencias y le dijeron que la iban a llevar con su marido a Burgos. Pero ya no se supo nada de ella. El día 5 de marzo de 1937 “La Vanguardia” publicó la noticia “Los horrores cometidos por los fascistas en Palencia” en la que se decía: “La esposa del inspector, Sofía Polo, maestra y propagandista socialista, fue encontrada muerta, mordida por los perros y con evidentes señales de haber sido ultrajada”.
Arturo, que estaba escondido en los sótanos del Colegio Modesto Lafuente, pudo haber escapado, pero al recibir la noticia de la muerte de su mujer decidió no hacerlo y no oponer resistencia a su detención. Entonces fue paseado como un Ecce Homo, con burla y befa, por las calles de Palencia y asesinado el día 8 de septiembre de 1936.
Su casa fue saqueada. Nunca se encontraron sus cadáveres. Nadie extendió sus partidas de defunción.
Fuentes: N. SANMARTÍN POLO y C. GARCÍA COLMENARES. La enseñanza una ilusión compartida. - Zaragoza, 2008
Nuestro agradecimiento a su nieta Consuelo por hacernos llegar esta información sobre sus abuelos.
Estas injusticias,crímenes quedan sin castigo,porque España no tiene valor para enfrentar la verdad, una sociedad que aún mantiene los privilegios de los genocidas.Es triste
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