¡Atención! Radio Sevilla./ Queipo de Llano es quien
ladra,/Quien muge, quien gargajea,/Quien rebuzna a cuatro patas./¡Radio
Sevilla, señores!/Aquí un salvador de España./¡Viva el vino, viva el
vómito!/Esta noche tomo Málaga;/El lunes tomé Jerez;/El martes, Montilla y
Cazalla (…) Rafael Alberti. Choque,
Órgano del 10º Batallón del Regimiento de Infantería, nº 1, 14 de febrero de
1937
Gonzalo Queipo de Llano, el general que dijo el 14 de abril de 1931: "Españoles, España está salvada. Arriba los corazones. Viva España, Viva la República", fue el reponsable de la sublevación militar en Andalucia y de la caída de Málaga. Este "ferviente republicano" hasta que los celos y el ansia de poder lo convirtieron en un genocida, fue el responsable de miles de muertes. Era la representación del terror a través de las consignas que radiaba señalando a a las víctimas e incitando a los asesinos. Cada una de sus charlas, tan celebradas entre los sublevados, plagadas de epítetos e insultos como hordas, indocumentados, salvajes, rojos, ratas, pandilla, facinerosos, barcos pirata, hijos de la Pasionaria, lacayos, bolcheviques, marxistas, turbas, canallas, energúmenos, rojo-separatista, hebreo, enchufista, canallero, etc. debía ser publicada en la prensa obligatoriamente al día siguiente.
El 9 de febrero de 1937 su charla en Unión Radio Sevilla fué la siguiente:
«Vengo
a reclamar una deuda. Radio Madrid dijo al día siguiente de yo decir hace días
que tomaría Málaga cuando quisiera,
que si conquistaba Málaga ellos me regalaban Madrid. Y vengo a
reclamar su promesa, aunque sé que ellos son
muy malos pagadores. Espero que ya se estarán dando cuenta de que están
perdidos. Ellos son muy aficionados a los juegos de palabras, ya en Porcuna
cuando entramos, vimos un cartel que decía: "si perdemos Porcuna no
entraremos en Córdoba y si no entramos en Córdoba, perderemos Madrid". Y esa
profecía se va a cumplir.
Yo
reclamo su palabra porque si
no lo hacen, perderán Madrid de
todas maneras y lo harán sacrificando muchas vidas de esos borregos que
llevan engañados. Madrid será tomado con la misma facilidad que Málaga. Ha sido un juego de prestimano. Esos juegos
que con tres cartas enseñan una que la hacen aparecer en donde quieren y cuando uno
señala creyendo que ha acertado, siempre pierde. Málaga aparecía en la izquierda roja, en la derecha roja y
de pronto surge Málaga blanca y blanca para siempre. No
será roja ya jamás,
pues los malagueños morirán antes de permitir el dominio marxista que los ha tenido aterrorizados. Los criminales son siempre cobardes que
matan a traición y cuando se encuentran superiores en número, pero que nunca dan la cara cuando se encuentran
con un hombre; y los marxistas
son una masa de criminales que sólo
se defienden tras los muros. El mismo miedo les hace ser valientes,
pues el temor de salir de las trincheras y el tener que ponerse delante de
los enemigos los hace resistir. En Málaga han tenido un terreno
favorable, abrupto, con trincheras de cemento y piedra, carreteras entre riscos que defendidas
por hombres hubiesen sido casi
inexpugnables. Napoleón se estrelló en
estas tierras, meses sin poder pasar. Pero
es que entonces los defendían hombres con corazón, aunque apenas tenían armas. Todo ha sido inútil, y vencida la resistencia del primer día lo único que han
hecho los marxistas ha sido huir. Los marxistas
en cuanto salen
de los muros, corren como
galgos gritando ¡que nos copan!, y huyen abandonándolo todo, tirando el fúsil y las municiones
para llevar menos peso. Y ellos tenían cañones,
morteros y fusiles, y
además han volado puentes y alcantarillas.que.costarán muchos millones reconstruirlas.Si no fuera porque también hay personas dignas, merecerían que no
se les arreglasen los destrozos y viviesen en estado salvaje sin comunicaciones.
Los
riscos, las trincheras, las armas, todo ha sido inútil ante el ímpetu y el valor
de mis soldados—dice con emoción el general—. Legionarios, regulares y soldados
han luchado en todas partes contra el terreno y el enemigo derrotándolo, persiguiéndolo
y haciéndole muchos muertos, centenares de prisioneros y numerosísimos muertos. El material recogido costará varios días clasificarlo, recontarlo y hallarlo,
pues muchos cañones los han abandonado en los riscos y habrá que ir a por
ellos... El alto mando rojo no sabía la verdadera situación de la capital. Un
oficial de mi Estado Mayor llamó por teléfono a Marbella y salió al aparato
Málaga. Al preguntar quién había al aparato, contestaron: "Aquí Málaga". —Pero
quién es? "Un ayudante del general Villalba. ¿Y
ahí?" —Aquí un miliciano. ¿Qué deseas? "Refuerzos enseguida, que nos
comen". —¿Quién os come? "Los fascistas, que vienen más de 15.000".
—Resistir.
"No puede ser, todos corren". Y antes de retirarse, mi oficial le
dijo: "Idiota, soy un fascista, estamos en Torremolinos y vamos a cortaros
la cabeza". El teléfono fue cortado de golpe.
A
los tres cuartos de hora, un parte de nuestra aviación me comunicaba que
grandes masas huían a todo correr hacia Motril. Para acompañarle en su huida y hacerles
correr más a prisa, enviamos a nuestra aviación que bombardeó incendiando
algu-nos camiones. Hay que darse cuenta lo que esto significa. El alto mando
rojo en Málaga no sabía la verdadera situación. ¡Ay Villalba, qué poco ha
faltado para que caigas en nuestras manos! Es trágico tu destino. Pocos días antes del movimiento, Villalba
estuvo con el general De Benito, indignado con los marxistas y diciendo que si
estallaba pronto el movimiento él se echaba a la calle porque no podía aguantarlos
más. De Benito le suplicó que tuviera paciencia, que pronto llegaría ese
momento. ¿Qué pasó después? Pues por lo visto, como en Barcelona, se retrasó un
poco la sublevación, se las dio de vivo y se hizo rojo por miedo. Villalba tenía
un hermano, hombre digno y valeroso que estaba en Ron da, aunque se encontró
con la cobardía de algunos jefes y oficiales sin contar con nadie, sino con el
comandante de la plaza, declaró el estado de guerra dispuesto a luchar contra
los oficiales traidores y contra los marxistas. Naturalmente, fue asesinado. ¡Hasta
dónde llega la indignidad de un hombre que convive en Málaga con los asesinos
de su hermano! Fracasó en Cataluña al mando de las columnas que enviaron contra
Huesca y después, para desquitarse quizás, lo mandan para Málaga. Hay quien
dice que Villalba no es rojo y que está dispuesto a fracasar por propia
voluntad. ¿Por qué no ha fortificado Málaga? Y que no ha querido resistir para
congraciarse con nosotros. No; nosotros no aceptaremos a traidores y criminales
como tú a nuestro lado. Sufre tu destino y huye de España, quizás tengas que
ganarte el pan cargando bultos en algún puerto, sino haces como tu compañero
Miaja que se lleva todo lo que puede. Sigue tu destino y que el peso de tu
conciencia te abrume muchos años.
Se tomó Málaga esta mañana. Como ayer dije, tres columnas de nuestras fuerzas se quedaron en los suburbios de la población y esta mañana entraron.
Se tomó Málaga esta mañana. Como ayer dije, tres columnas de nuestras fuerzas se quedaron en los suburbios de la población y esta mañana entraron.
La
primera fue la del coronel Borbón y la vanguardia que manda el teniente coronel
Rentería. Después entraron las columnas de Almogía y Colmenar. El entusiasmo de
la población fue delirante; antes hubo una pequeña resistencia de unos locos
que paquearon haciéndonos algunos heridos y hubo necesidad de terminar con
ellos, ocasionándoles 80
muertos. El número de prisioneros es grande, pues en las columnas ya venían
unos 400 y en la capital se han cogido muchos más, bastantes con sus armas.
Málaga se encuentra como al despertar de un sueño. El entusiasmo se desborda.
Todos abrazan a los soldados y aplauden a
las columnas, que esta tarde, a las 5, han realizado un desfile por la
capital. La noticia de la ocupación de Málaga la conoce ya el mundo entero menos los marxistas.
El
parte oficial rojo dice, refiriéndose a Málaga, sólo, que dos bimotores
gubernamentales han bombardeado barcos nacionales en aguas de Málaga. Y más
tarde, una radio insiste en las mismas noticias y además, repite que los
bimotores repitieron por la tarde el bombardeo, aunque, lo confiesan, sin
éxito. Por lo visto, quieren hacer creer que siguen en Málaga. También dicen
que en Lopera se lucha casa por casa y que en Montero se desarrolla una batalla
por la posesión del puente de entrada al pueblo. Pues tan falso es lo de los
aviones como esto. Desde hace cinco días no aparece por el frente de Málaga un
avión rojo. En cuanto a Lopera y Montoro hay absoluta tranquilidad.
Y
ahora quiero hacer constar una omisión involuntaria. Además del heroico
comportamiento de legionarios, regulares y soldaditos andaluces, han luchado
brillantemente Infantería de Marina y Falange Española. Estos falangistas se
han portado como buenos, como veteranos y entre estas falanges han destacado
dos: las de La Roda y las de Cádiz, que han intervenido con gran efectividad. Y
no cito a los requetés, porque todos los que están en Andalucía, al mando del
valeroso teniente coronel Redondo, se encuentran concentrados en el frente de Córdoba,
como fuerzas de reserva, para acudir a donde haga falta. La lucha por ahí no ha
sido violenta, per de todas maneras,
allí donde hay un amago, van los requetés junto a nuestros soldados. También
quiero hacer resaltar y elogiar el comportamiento de la aviación, que con su brillante
actuación ha facilitado la labor de nuestras columnas y lo mismo tengo que
decir de nuestra escuadra, que metiéndose temerariamente hasta la misma tierra,
ha infundido el pavor en el enemigo. A todos, muchas gracias y mis calurosas felicitaciones...
Y por último, quiero decir que de Andalucía y de toda la zona ocupada he recibido infinidad de amables cartas y telegramas de felicitación por la ocupación de Málaga, y ante la imposibilidad de contestar personalmente a todos, quiero transmitir desde este micrófono mi agradecimiento. Buenas noches, señores.»
Gonzalo Queipo de Llano
Charla radiofónica en Unión Radio Sevilla
9 de febrero de 1937
Y por último, quiero decir que de Andalucía y de toda la zona ocupada he recibido infinidad de amables cartas y telegramas de felicitación por la ocupación de Málaga, y ante la imposibilidad de contestar personalmente a todos, quiero transmitir desde este micrófono mi agradecimiento. Buenas noches, señores.»
Gonzalo Queipo de Llano
Charla radiofónica en Unión Radio Sevilla
9 de febrero de 1937
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