Carta desde París a los descendientes de los fusilados del cementerio del Este, de los represaliados por el franquismo de Toledo y de toda España.
Es
irrisorio el dirigirme a los fusilados del Cementerio madrileño del Este, en los que pienso a menudo, como este 4 de
julio, en el que se avecinan las fechas trágicas de hace 80 años[1]
-en que todo fue puesto en tela de juicio, en que hubo ya tantos asesinados en
Marruecos, por oponerse a la sublevación, esa palabra proscrita del vocabulario
de los golpistas y franquistas de todo pelo- prometiéndoles que pronto estará su nombre en un monumento cercano a la
tapia fatídica, de la que aún se conservan restos, o el dirigirme a los numerosísimos represaliados del pueblo
toledano de la Torre de Esteban Hambrán,
de donde parten mis reflexiones en torno a España, donde sigue la
situación de hace 80 años, con un monumento dedicado a un partidario de la sublevación en una finca particular (no
lo contempla la Ley «de Memoria» del 2007), con la calle
principal del pueblo dedicada a José Antonio (Primo de Rivera, no pone su
apellido, que bien se le conoce) y otra
a Juan Aguado (López, Jefe de Falange, comentario
idéntico).
Por
eso me dirijo a los descendientes, algunos sordos y mudos pero no ciegos. No
todos enarbolan las banderas de la
República (es «político») y la de la Memoria (ídem de ídem).
¿Quién puede dirigirse hoy en día a sus parientes fusilados hace 75 u 80 años y a los represaliados
del franquismo?
Sólo lo puede hacer una persona llena de
esperanza en que su olvido no sea eterno, en que a pesar de lo bien atado que
quedó todo, España renazca a la esperanza.
Ayer 3 de julio del 2016 se rindió homenaje a los fusilados del expediente de Casado en el cementerio del Este. Algunos parientes viven en Francia. Tal vez fueran al homenaje
de la Asociación Foro por la Memoria democrática, la Asociación Domingo Malagón
o otros participantes[2].
De esos homenajes se desprende la esperanza de que no se olvide aquellas
fechas trágicas y a los que las vivieron.
Dicen que pronto se elevará un monumento a
todos los fusilados en «la
Almudena», nombre por el que se conoce también aquel cementerio madrileño
(al que convergen mis pensamientos tan amenudo), de casi tres mil fusilados[3]. Los promotores
de la Jornada
sobre Memoria Histórica
del 16 de julio próximo[4]
afirman: «…no nos anima ni el rencor ni la intención de abrir viejas
heridas… Al contrario, lo que reivindicamos es un
cierre adecuado y verdaderamente democrático, de la fractura política, social,
económica y cultural que supuso el golpe de Estado y la dictadura franquista,
tal como ha tenido lugar en otros países que sufrieron genocidios y dictaduras.
Y Madrid es un espacio importante para avanzar en la restitución de la Memoria
Histórica en nuestro país».
En la obra Consejo de guerra, libro editado
en 1997 (que tuve que encargar a la Casa del Libro en abril del 2008, no estaba
en los estantes, uno quedaba fichado al comprarlo y estaba un guardia o policía en civil mirándome el día en que fui a recogerlo) se leen dos notas de introducción importantes en aquella fecha y aún casi veinte años después:
·
la de Antonio Muñoz
Molina : «La Memoria española es un campo minado en el que nadie quiere
internarse»
· y la de Gregorio Morán: «Desde
los primeros días de diciembre de 1975 se inicia un proceso de desmemorización
colectiva(…) sólo recuerdos de infancia y familia, y no todo el mundo. Lo
social e histórico, lo que hay de
personal en todo drama colectivo y lo que hay de colectivo en todo drama
personal, descartados. Sin protagonistas, no hay
tragedia».
No creo poder decirlo mejor que
esos historiadores y escritores. La
memoria “histórica” española viene lastrada por el peso de 40 años de
franquismo y de 40 de Transición. Algunas personas (no franquistas) que vivieron treinta años en
el Madrid de la Transición, donde
nacieron, con las que me codeo aquí en París porque emigraron tras muchos
estudios y diplomas sacados en la
Complutense de Madrid, en busca de trabajo, lo dicen perentoriamente:
«no me interesa la política» y
esas personas con estudios de humanidades llaman «político»
todo artículo sobre la «Memoria histórica».
No obstante, aunque eso me
vuelva algunos días pesimista, confío en
que «así que pasen cinco años», como decía el gran Federico[5] -que bien se
mereció por su talento y su noble
compromiso con la obra cultural y
humanística de la República, una calle
recién puesta en Canarias- espero ver un monumento en «la
Almudena» o cementerio del Este para nuestros fusilados del 6 de marzo
del 41[6] y para todos los
demás y que si evoluciona así Madrid, vengan a florecerlo las autoridades, incluso de derechas, de algunos pueblos con fusilados allí y
tomando ejemplo de Madrid, como pasó en 1931, se difunda la noticia por los pueblos aún pati y
maniatados al franquismo y al fascismo desde el punto de vista ideológico y
también económico (predominio de las relaciones caciquiles y de la influencia
de la Iglesia católica en las mentes ) ya que no borran a fascistas de su
callejero y a veces de las escuelas públicas[7].
Mi gran esperanza es también
ver ondear en el pueblo toledano donde lucharon mis antepasados por la
República y por sus grandes conquistas y progresos de 1931 a octubre de 1939,
la bella bandera tricolor, asida en un
mástil alto (erigido encima de un monumento a las víctimas del facismo) que suba por encima de la Torre de la
iglesia, más alto que el nido de cigüeñas que allí anidan, que se vea por los
campos de olivos y viñedos, desde el Monte Alamín donde sudaron los
jornaleros, que tanto esperaron de la Reforma Agraria que les robaron
los fascistas españoles, italianos y
los nazis con el golpe de Estado del 18
de julio de 1936. Allí, en la Plaza
(hoy de la Constitución) de la Torre de Esteban Hambrán, donde estuve jugando de niña, cuando aún era
la del Caudillo, donde filmamos con Henri Belin en octubre del
2009, es donde falta reemplazar, al lado
de los bonitos soportales que siempre busco en toda plaza del mundo hispánico,
el nombre de la Escuela hoy aún mal
llamada del nombre del Jefe de Falange local (usurpador de la obra escolar del
gobierno del Frente Popular que atribuyó los fondos de su construcción) por el
de «Colegio de la República», como el Colegio République, aquí
cerca del barrio parisino donde vive el torreño Daniel Serrano. Pero para cumplir ese ingente y democrático sueño, que
Daniel no osa formular con sus 96 años, hace falta, como él lo dice, que vuelva la República. Entonces se harán
frecuentes y grandes conmemoraciones, el
14 de abril, de regocijo, y el 6 de marzo de tristeza, y los niños de la escuela de la República depositarán flores tricolores y
saludarán a nuestras víctimas inolvidables y nuestra bandera.
¡Honor a los republicanos
españoles de Toledo, de la Torre de Esteban Hambrán y de toda España! ¡ Viva la Tercera República!
Rose-Marie Serrano
(Amigos de los Republicanos españoles en región
parisina, Víctimas del fascismo de la Torre de Esteban Hambrán). París, 4 de
julio de 2016.
http://victimasfascismolatorreestebanhambran.blogspot.com.es/
______________________
[1] Ver http://www.fideus.com/memoria%209%20-%20africa.htm (Sublevación en Melilla el 17 de julio de
1936).
[2] 75 aniversario del fusilamiento de
Eugenio Mesón, Daniel Ortega y demás antifascistas del expediente 52012 : « homenaje
en las tapias del Cementerio de La
Almudena…en la sepultura que recoge sus restos: cuartel 93, sepulturas 45E y
45F ». https://www.facebook.com/fundaciondomingomalagon/ ; http://www.foroporlamemoria.es/ ; (http://memoriarepressiofranquista.blogspot.fr/2016/06/75-aniversario-del-fusilamiento-de.html )
[3] Ver :
Consejo
de Guerra, los fusilamientos en el Madrid de la Posguerra, 1939-1945 ,
de dña Mirta Núñez Díaz-Balart y Antonio Rojas Friend (Compañía Literaria,
Madrid, 1997)
[4] Jornada sobre Memoria Histórica que celebraremos
elsábado 16 de julio próximo, de 10.30 a 14.00 horas en el Centro Cultural Galileo (c/ Galileo, 39 - Chamberí). http://ganemosmadrid.info/ganemos-madrid-frente-a-la-comision-de-memoria-historica/
[5] Federido
García Lorca tiene una calle en Palma de Gran Canaria, donde aún ne se aplicó
no obstante la Ley de Memoria en cuanto a símbolos franquistas.
[6] Hubo 5 fusilados de la
Torre de Esteban Hambrán (Toledo) aquel día, con 17 en total, pero además
contamos 9 fusilados en aquel cementerio madrileño por los datos que aparecen en Consejo de Guerra.
[7] Caso de la Torre de
Esteban Hambrán (Toledo) : sigue el nombre de Juan Aguado en las escuelas
públicas, a pesar de que fuera Jefe de Falange local , admirador de José
Antonio y sublevado el 18 de julio del
36. Se hizo una petición para que se
quitara su nombre y el del padre del fascismo español
(ver http://victimaslatorreadhesiones.blogspot.fr/) y Henri Belin y Susana Arbizu, rodaron una película en 2009 -2010: No darse por vencido (la Chambre Noire; no salió aún en cines en Madrid ni en
Toledo, pero sí en París,
ver :
http://www.allocine.fr/film/fichefilm_gen_cfilm=215625.html; http://www.avoir-alire.com/ne-pas-s-avouer-vaincu-la-critique-du-film; http://www.telerama.fr/cinema/films/ne-pas-s-avouer-vaincu,492554.php; https://vimeo.com/45401937).
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