Traslado de heridos por la explosión de una bomba en la Calle Preciados de Madrid. 4 de noviembre de 1936 |
El 25 de agosto de 1936, Franco lanza sobre Madrid una proclama en la que dice: «Si se persiste en una suicida terquedad, si los madrileños no obligan al Gobierno y a los jefes marxistas a rendir la capital, sin condiciones, declinamos toda responsabilidad por los grandes daños que nos veremos obligados a hacer para dominar por la fuerza esa resistencia suicida. Sabed, madrileños, que cuanto mayor sea el obstáculo, más duro será por nuestra parte el castigo»
En
sus memorias, el general Kindelán
—jefe de la aviación franquista—, señala que Franco ordenó un ensayo de
actuación desmoralizadora de la población civil mediante bombardeos aéreos. El
enviado especial de Paris–Soir en España, Louis Delaprée, recogió una de las
octavillas lanzadas sobre Madrid, en la que podía leerse: «Madrileños, rendiros
o la ciudad será bombardeada hasta la destrucción total». El 30 de octubre, 6
bombarderos atacaron Getafe, matando a 60 niños y 60 adultos; el ataque se
repitió al día siguiente, causando esta vez 200 muertos y 300 heridos. Los días
8, 9 y 10 de noviembre, Madrid fue sistemáticamente bombardeada por la
artillería y la aviación. Ni un solo día sin bombardeo. Una bomba que cayó en
el metro de la plaza de Atocha mató a 80 personas. El 15 de noviembre, aviones
alemanes bombardearon el hospital de Cuatro Caminos, causando 53 muertos y más
de 150 heridos. Este hospital, como los demás de Madrid, tenía pintada en el
techo una enorme cruz roja. El 17 de noviembre hubo, a causa de los bombardeos,
más de 200 muertos.
Según
Louis Delaprée, testigo presencial, la jornada de ese día, 17 de noviembre,
transcurrió así: 6.30, duros enfrentamientos en la Casa de Campo y en
la Ciudad Universitaria; 9.00, incursión aérea enemiga; 13.15, bombardeos
continuos; 18.30, nuevo bombardeo aéreo; y 20–21.30, bombardeo sistemático:
Gran Vía, San Bernardo, Argüelles, la Puerta del Sol, la plaza del Carmen y la
zona de la Corredera en llamas. Balance de la jornada: 250 muertos y 600
heridos.
Ante
la inminencia de la ocupación de Madrid, el 1 de noviembre de 1936, Franco
había firmado el decreto n.º 55, en virtud del cual, y para mejor servir «las
características de rapidez y ejemplaridad tan indispensables en la justicia
castrense», se creaban en la plaza
de Madrid ocho consejos de guerra… Que la «terquedad» de los madrileños impidió
que funcionasen hasta la primavera de 1939…
Eduardo
Pons Prades
Los
niños republicanos en la Guerra española, 1937
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