El 1 de diciembre de 1936 cayó —codo
con codo con las valientes milicias de Madrid— el combatiente internacional y comunista alemán Hans Beimler. Vino a España en nombre del Comité Central
del Partido Comunista alemán. Cuando hace un año el pueblo de Madrid luchó
heroicamente por su libertad, enfrentando a los moros y extranjeros del traidor
al pueblo Franco su atronante "¡No pasarán!", un
puñado de voluntarios internacionales combatió hombro con hombro
con sus hermanos españoles cerca del Manzanares para parar en seco al
fascismo. Franceses, polacos, italianos, alemanes, y entre ellos Hans Beimler.
Luchó quince días en el frente de Madrid, siendo comisario
político de la primera Brigada Internacional. Una bala fascista le mató al
cabo de tan pocos días. Su vida de lucha dura y ejemplar terminó entre los
brazos de sus camaradas y amigos fieles.
Estos no fueron sus primeros combates
en España. Ya con la Centuria Thaelmann había
combatido en el frente de Aragón. En todos los sitios donde se trató de
abogar por la causa de la libertad se hallaba y luchaba Hans Beimler,
noble hijo del pueblo alemán oprimido; él fue quien, por su trabajo prudente y
circunspecto como comisario, creó un lazo de unión internacional entre todas
los voluntarios. Socialistas, comunistas, republicanos y católicos, todos
tenían la misma base, y Hans Beimler dio a todos una voluntad: aplastar bajo
la bandera del Frente Popular el fascismo en España y arrojar de ella a los
invasores fascistas alemanes e italianos, para infringir así una derrota al fascismo
internacional. Hans Beimler repetía continuamente a los luchadores de las Brigadas Internacionales: "Si
ayudamos a nuestros hermanos españoles a aniquilar el fascismo, ayudamos
también a nuestros hermanos de Alemania, e Italia. Porque el fascismo alemán e
italiano será aplastado sobre el suelo español."
¿Quién fue Hans Beimler? Hans Beimler procede
de Baviera (Alemania).
Nació el 2 de julio de 1895. Fue metalúrgico en Munich, militando
en él Sindicato desde el año 13. Durante la Gran Guerra prestó servicio en la
Marina, y la guerra le convirtió en un luchador por la libertad ardiente, irreconciliable con los adversarios capitalistas que
quieren la guerra y con la monarquía de los Hohenzollem. Tomó parte activa como marinero
revolucionario en la revolución de noviembre de 1918 en Alemania.
Como obrero de consciencia
política, ingresó en 1918 en el Grupo Espartacus. Desde la creación del Partido Comunista
alemán, en enero de 1919, fue militante. En este tiempo, los trabajadores de Baviera volvieron a coger las armas para
constituir un régimen soviético. Hans fue
condenado a dos años de presidio por delito de alta traición por haber
tomado parte en esta lucha. Pero la reclusión no podía impedirle continuar a
este inmejorable proletario su lucha por la libertad de los trabajadores. Inmediatamente después de salir de la cárcel volvió a
las filas del proletariado progresivo como luchador activo, convirtiéndose en uno de los más queridos y acreditados dirigentes de los obreros de Baviera.
En 1932, las masas le enviaron al Reichstag (Parlamento alemán).
El fascismo hitlerista echó
sus garras sangrientas para constituir el poder del hambre y
la guerra en Alemania. Hans Beimler reunió
las masas a su alrededor, haciendo todo lo posible por crear la unión de
todos los trabajadores contra el enemigo fascista. Precisamente en su trabajo afortunado fue detenido por los fascistas e internado
en un campo de concentración. Esto ocurría el 11 de abril de 1933. En el
famoso campo de concentración Dachau, maltrataron en su presencia a su mejor
amigo y compañero de Partido, haciéndole pedazos. Horas y más horas, los
agentes fascistas golpearon el cuerpo moribundo de su amigo Dressel,
mientras Hans Beimler tenía
que presenciar este acto con las manos esposadas. Después, Hans Beimler fue azotado con látigos y zurriagos,
echándole luego a la celda de su camarada muerto. Más tarde, los bandidos del
"primer hombre del Estado alemán" tiraron una cuerda dentro de la
celda para que él mismo se ahorcara antes de la mañana siguiente, diciéndole que
si no lo hacía así, le azotarían lentamente hasta hacerle morir. Esto
ocurrió la noche del 8 al 9 de mayo del 33; es decir, cuatro meses después de
la subida de Hitler al
poder. Con un esfuerzo sobrehumano, a pesar de lo escuálido de su cuerpo, Hans Beimler consiguió huir de las hostias
fascistas, y ayudado por muchos amigos, llegó al Extranjero, no para descansar
allí, sino para continuar su lucha por la libertad del pueblo alemán, para el aplastamiento del
régimen fascista, reuniendo a todos los antifascistas en un frente único y poderoso. Allí
dónde se tratara de luchar contra el fascismo, contra este enemigo bestial de
la Humanidad, allí se encontraba Hans Beimler actuando,
él qu3 habla pasado ya tanto, con una energía enorme, en favor del pueblo trabajador.
El pueblo alemán le quería mucho, y también el pueblo español aprendió a querer
a este ardiente luchador de la libertad.
Cuando los rebeldes fascistas invadieron por orden de sus señores capitalistas
extranjeros, Hitler y Mussolini, el suelo español para apoderarse del tesoro más preciado,
la independencia nacional y la libertad y democracia, para oprimir de nuevo a
los campesinos y obreros, convirtiéndolos en sus esclavos, entonces, el Comité
Central del Partido Comunista no encontró otro militante mejor que Hans Beimler para ocuparse de los voluntarios
alemanes emigrados, residentes en otros países, por haber trabajado él en todos
los sitios para el Frente Popular y Frente Único en la lucha contra el fascismo. Wilhem Pieck, presidente del Comité Central del Partido
Comunista alemán, decía en la Memoria que dedicó a Hans Beimler lo siguiente:
"Hans Beimler cayó en uno de los más fuertes
combates del frente de Madrid. A su lado murieron y se desangraron muchos valientes por la causa del pueblo trabajador: antifascistas alemanes,
italianos, ingleses, eslavos, franceses, con los heroicos hijos de España. La
muerte de Hans Beimler nos
llena de profundo dolor, pero también de
orgullo. Tenemos derecho a estar orgullosos de tal luchador procedente de las filas del Partido
Comunista alemán, que tanto se sacrificó por la defensa de la
democracia española y por la causa del proletariado y pueblo alemán: la vida de un
valiente, fiel y ejemplar antifascista y
revolucionario proletario."
Bajo el nombre de Hans Beimler lucha actualmente un
batallón de la 11ª Brigada Internacional, que vengó su muerte en los combates de Quijorna y Quinto.
El Sol, 1 de diciembre de 1937
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