Un piloto caído en combate, consiguió aterrizar el avión antes de morir |
Sobre
la piel del cielo, sobre sus precipicios
se remontan los hombres. ¿Quién ha impulsado el vuelo?
Sonoros, derramados en aéreos ejercicios,
raptan la piel del cielo.
se remontan los hombres. ¿Quién ha impulsado el vuelo?
Sonoros, derramados en aéreos ejercicios,
raptan la piel del cielo.
Más
que el cálido aceite, sí, más que los motores,
el
ímpetu mecánico del aparato alado,
cóleras entusiastas, geológicos rencores,
iras les han llevado.
cóleras entusiastas, geológicos rencores,
iras les han llevado.
Les
han llevado al aire, como un aire rotundo
que
desde el corazón resoplara un plumaje.
Y ascienden y descienden sobre la piel del mundo
alados de coraje.
Y ascienden y descienden sobre la piel del mundo
alados de coraje.
En
un avance cósmico de llamas y zumbidos
que
aeródromos de pueblos emocionados lanzan,
los soldados del aire, veloces, esculpidos,
acerados avanzan.
los soldados del aire, veloces, esculpidos,
acerados avanzan.
El
azul se enardece y adquiere una alegría,
un
movimiento, una juventud libre y clara,
lo mismo que si mayo, la claridad del día
corriera, resonara.
lo mismo que si mayo, la claridad del día
corriera, resonara.
Los
estremecimientos del valor y la altura,
los
enardecimientos del azul y el vacío:
el cielo retrocede sintiendo la hermosura
como un escalofrío.
el cielo retrocede sintiendo la hermosura
como un escalofrío.
Impulsado,
asombrado, perseguido, regresa
al
aire al torbellino nativo y absorbente,
mientras evolucionan los héroes en su empresa
inverosímilmente.
mientras evolucionan los héroes en su empresa
inverosímilmente.
Es
el mundo tan breve para un ala atrevida,
para
una juventud con la audacia por pluma;
reducido es el cielo, poderosa la vida,
domada y con espuma.
reducido es el cielo, poderosa la vida,
domada y con espuma.
El
vuelo significa la alegría más alta,
la
agilidad más viva, la juventud más firme.
En la pasión del vuelo truena la luz, y exalta
alas con que batirme.
En la pasión del vuelo truena la luz, y exalta
alas con que batirme.
Hombres
que son capaces de volar bajo el suelo,
para
quienes no hay ámbitos ni grandes ni imposibles,
con la mirada tensa, prorrumpen en el vuelo
gladiadores, temibles.
con la mirada tensa, prorrumpen en el vuelo
gladiadores, temibles.
Arrebatados,
tensos, peligrosos, tajantes,
igual
que una colmena de soles extendidos,
de astros motorizados, de cigarras tremantes,
cruzan con sus bramidos.
de astros motorizados, de cigarras tremantes,
cruzan con sus bramidos.
Ni
un paso de planetas, ni un tránsito de toros
batiéndose,
volcándose por un desfiladero,
darán al universo ni acentos más sonoros
ni resplandor más fiero.
darán al universo ni acentos más sonoros
ni resplandor más fiero.
Todos
los aviadores tenéis este trabajo:
echar
abajo el pájaro fraguador de cadenas,
las ciudades podridas abajo, y más abajo
las cárceles, las penas.
las ciudades podridas abajo, y más abajo
las cárceles, las penas.
En
vuestra mano está la libertad del ala,
la
libertad del mundo, soldados voladores:
y arrancaréis del cielo la codiciosa y mala
hierba de otros motores.
y arrancaréis del cielo la codiciosa y mala
hierba de otros motores.
El
aire no os ofrece ni escudos ni barreras:
el
esfuerzo ha de ser todo de vuestro impulso.
Y al polvo entregaréis el vuelo de las fieras
abatido, convulso.
Y al polvo entregaréis el vuelo de las fieras
abatido, convulso.
Si
ardéis, si eso es posible, poseedores del fuego,
no
dejaréis ceniza ni rastro, sino gloria.
Espejos sobrehumanos, iluminaréis luego
la creación, la historia.
Espejos sobrehumanos, iluminaréis luego
la creación, la historia.
Miguel Hernández
El
hombre acecha, 1939
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