La declaración publicada por
Salamanca, según la cual Guernica ha sido destruida por los "rojos"'
es absolutamente falsa.
Personalmente hablé con más de 20 refugiados de Guernica en los
alrededores de la ciudad la noche de la destrucción. Excepción hecha del número
de aviones que la bombardearon, todas las declaraciones que me fueron hechas
por estas gentes coinciden en todos sus detalles. Entre las 4 y 30 y las
7 y 45 de este día. Guernica ha sido destruida por la aviación rebelde,
reconocida como tal por todos. Varios sacerdotes llegaron hasta a describirme
el tipo bien conocido de los "Junkers" responsables principales del
bombardeo. Esa misma tarde, hacia las 4 y 30, yo mismo fui atacado por las
ametralladoras de seis aparatos Heinkel 51 (alemanes) en el pueblo de Arbacegui,
ocho kilómetros al suroeste de Guernica. Este pueblo acababa de ser duramente bombardeado
por Junkers 52 y Heinkels 111. Después de atacarme con las ametralladoras,
estos aparatos continuaron su vuelo en dirección de Guernica. Más tarde vi
otros aviones del tipo Heinkel 111 que volaban igualmente en dirección de Guernica
y oí netamente el estrépito de las bombas explosivas. Después de esa tarde la
aviación ha bombardeado todos los pueblos entre Guernica y Marquina incluidos
estos, Arbacegui, Guerricaiz, Bollar, Arteaga, Cortezubi y Mendata, y todas las
carreteras han sido ametralladas. Yo regresé cuando todo hubo terminado.
En Bilbao yo oí decir primero que Guernica había sido bombardeada
hacia las 7 de la noche. No había detalles porque todas las comunicaciones
habían sido cortadas al comiendo del bombardeo y durante un cierto tiempo se
ignoraba la gravedad de la situación. Sólo cuando las llamas se elevaban ya por encima de las casas se recibieron en
Bilbao las llamadas urgentes pidiendo el envío de ambulancias y bomberos. Todos
los medios de transporte habían sido destruidos por el bombardeo y la policía
local de Guernica tuvo que ir al puesto de teléfonos más cercano para comunicar
con Bilbao. Hacia las 10, los representantes de la prensa supieron estas
noticias y salieron inmediatamente para Guernica. Lo que allí vimos y oímos ya
ha sido publicado. La evidencia neta de que Guernica ha sido destruida por la
aviación se demuestra con lo siguiente: En toda la ciudad y en los
techos que no habían sido destruidos por el incendio se veían innumerables
huecos de obús, que no estaban al mediodía, cuando yo visité Guernica. Arboles
arrancados de cuajo o con las ramas peladas por la metralla. Tengo en mi poder
varios pedazos de esa metralla que son exactamente del mismo metal que las
bombas utilizadas últimamente por las fuerzas aéreas alemanas del general Mola
en los frentes. Un periodista recogió conmigo tres bombas, las tres
alemanas, con fecha de 1936. Todo el mundo sabía en el pueblo que un gran
número de mujeres y niños habían sido atacados en un refugio contra las bombas
y es evidente que éstos no habrían ido a refugiarse en un lugar que los
"rojos" tenían la intención de incendiar. Una iglesia que ardía tenía
un gran hueco en el techo, marcando el sitio por donde había entrado una bomba,
pero el cura, que estaba ayudando a evacuar a los infelices que habían perdido
sus casas "olvidó" de contarme que su iglesia había sido destruida
por los anarquistas. Yo estuve en Guernica hasta la 1 y 30 de la madrugada y en
ninguna parte podía sentirse el olor a petróleo. Y las casas no estaban
solamente quemadas, como vi en Irún, sino que estaban destruidas por las
bombas. Techos y muros derrumbados antes que el fuego llegara a ellos. Por esta
razón una gran parte de Guernica no es un montón de cenizas, sino un montón de
escombros. Al dia siguiente volví a Guernica para visitar el hospital
destruido, completamente rodeado de fosas abiertas por las bombas. Había 40
muertos, de los cuales yo vi 14 tendidos en el hall. Los muertos eran en su
mayoría mujeres que acababan de morir y todas las gentes de Guernica que estaban
conmigo las conocían de nombre. Ellas no habían sido asesinadas por el petróleo
sino claramente por las bombas según se veía por sus heridas. Entre ellas dos
tenían heridas de bala. El mismo día se publicó en Bilbao una lista de 50
personas hospitalizadas, todas con heridas ocasionadas por las bombas. Antes
que los periodistas tengan permiso de entrar en Guernica, ahora en manos de los
rebeldes, los huecos de bombas en las calles, que podrían contar demasiadas
cosas, serán cubiertos de tierra y serán buscados testigos complacientes que
dirán lo que se les pida y hasta se regarán las calles con petróleo. Pero el
HECHO QUEDA: LOS AVIONES DE FRANCO HAN DESTRUIDO GUERNICA y los vascos no
olvidarán jamás esto.
George Steer
The Times, 6 de mayo de 1937
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