Fotografía de Oscar Rodríguez. Aranzadi |
Exhumadas cuatro
personas en La Riba de Escalote con presencia de Guardia Civil.
Familiares de
los cuatro desaparecidos estuvieron presentes durante todo el fin de semana.
A las 8:30 de la
mañana del pasado viernes 27 de septiembre comenzaban las tareas de limpieza y
acondicionamiento de la zona de trabajo en torno a la fosa común encontrada el
pasado julio en La Riba de Escalote. Simultáneamente se inspeccionaba el
terreno cercano en búsqueda de más fosas comunes que pudieran aparecer. En
torno a las 12:56 horas aparecía una fosa común a escasos 6 metros de la
primera. En la fosa descubierta el 24 de julio había dos personas, en la nueva
fosa había otras dos. Los huesos estaban bien conservados y aparecieron varios
objetos asociados a los mismos como hebillas, botones de nácar, unos gemelos,
unas gafas, y restos de calzado. Todo indicaría, según la investigación llevada
a cabo por Recuerdo y Dignidad, que las cuatro personas serían los sorianos
Adolfo Morales y Silverio Lumbreras y los berlangueses Gregorio Valdenebro y
Alberto Rodrigo. La segunda fosa encontrada albergaba los cuerpos de 2 personas
más jóvenes que los que se hallaban en la primera fosa. Esto podría llevar a
pensar en la primera fosa se encontraba de los vecinos de Berlanga y en la
segunda los sorianos. Aunque no se puede afirmar nada seguro hasta que no
salgan los resultados de las pruebas genéticas.
A las 16 horas del sábado
comenzó el levantamiento de los cadáveres ante una patrulla de la Guardia Civil
enviada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Almazán en la
que está abierta la causa por el asesinato de estas cuatro personas. El
encargado la custodia de los restos antropólogo forense Francisco Etxeberría.
La Sociedad de ciencias Aranzadi procedió al levantamiento y el traslado de los
restos a su laboratorio en el país Vasco dónde se procederá la limpieza y el
análisis antropológico forense qué tendrá como resultado un completo informe
que se enviara al juzgado en breve.
La
existencia de una causa todavía abierta alrededor de esta exhumación y la
presencia de Guardia Civil en el levantamiento de los cuerpos hace que no se
trate a estas personas como siempre proceso administrativo o arqueológico sino
que sean consideradas víctimas de un crimen. La práctica totalidad de las
exhumaciones que se practican en España no tienen repercusión judicial pese a
que cada una de ellas se comunica el Juzgado correspondiente.
La asociación soriana
considera importantísima esta presencia y la apertura de esta causa pero no
quiere crear falsas expectativas, ya que supone que no tendrá mucho recorrido.
Actualmente las causas que se abren en España se cierran al considerar los
asesinatos connaturales alzamiento militar de 1936, asesinatos aislados en
lugar de contemplarlos, como historiograficamente ya se ha demostrado, dentro
de un plan de exterminio de civiles.
Desde las principales organizaciones de
derechos humanos y las principales autoridades de Naciones Unidas en la
materia, se ha llamado la atención sobre este aspecto señalando que hasta que
no se realiza la prueba de ADN estas personas continúan desaparecidas, que no
se pueden contemplar como crímenes aislados y que se debe modificar la ley de
amnistía o su aplicación.
Aun así la ASRD subraya la importancia de esta su
tercera ya causa abierta por crímenes contra civiles en la represión dentro de
los territorios tomados por los militares rebeldes en 1936, y señala que cada
una de las causas ha llegado más lejos que la anterior.
Durante todo el fin de semana familiares de
los cuatro desaparecidos asesinados presenciaron el proceso. La familia de
Alberto Rodrigo había conocido tan solo tres días antes la noticia de la
exhumación y su llegada a la fosa fue especialmente emocionante.
Junto a más de
30 voluntarios de Recuerdo y Dignidad y una decena de miembros de la Sociedad
de Ciencias Aranzadi acudieron diversas
autoridades como el Subdelegado del Gobierno en Soria o los alcaldes de la Riba
de Escalote, Berlanga de Duero o Almazán. También acudieron vecinos de las
localidades cercanas, miembros de las Juventudes Socialistas a las que
pertenecían Adolfo Morales y Silverio Lumbreras, integrantes de distintas
organizaciones sociales y numerosos medios de comunicación.
Desde Recuerdo y
Dignidad se señala que estas acciones ayuda a cerrar las heridas que todavía
continúan abiertas en las familias de las víctimas y en la propia sociedad.
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