Fotografía de Vicente Escudero |
Estaba el muerto sobre sí
difunto.
Corrieron las estólidas
cortinas de la patria
sobre su incorruptible
podredumbre.
Señor opaco de las moscas.
Su reino no era de este mundo
ni de otro mundo.
Improvidente error
y largos cementerios sin fin
bajo la luna.
De la muerte nos diera
innúmeras versiones.
Padre invertido: nos
desengendraba.
Viva la muerte, en círculo
dijeron
con él los suyos.
Viva, con él, al fin la muerte.
La muerte, sus bastardos, sus
banderas.
José Ángel Valente, 1975
El fulgor. Antología poética (1953/1996)
Galaxia Gutemberg, Barcelona,
1998
Que tarde llega a veces la Parca
ResponderEliminarSin duda Noxeus.
EliminarSaludos.