«...no todos
los que hablan la lengua alemana están a favor de los generales y envían bombas
y tanques a su país Y esta carta la escribo en nombre de muchos alemanes,
dentro y fuera de las fronteras alemanas, en nombre de la mayoría de los
alemanes. De esto estoy seguro.» Bertolt Brecht, 1938
Uno de los
acontecimientos de la historia contemporánea que concitó las mayores reacciones
internacionales fue la Guerra Civil española: reacciones materiales y morales,
económicas y políticas, ideológicas o culturales, que polarizaron a estados,
políticos o intelectuales.
Es bien
sabido que los sublevados contra la legalidad republicana contaron con el apoyo
material (militar y humano) de los estados fascistas Alemania e Italia,
dispusieron de soldados marroquíes (los moros), en fin, fueron favorecidos por
la política de No Intervención que adoptaron las potencias occidentales,
principalmente Inglaterra y Francia. Es verdad que la República se sintió
militar y políticamente desasistida en aquellos momentos decisivos. Sólo la
Unión Soviética reaccionó ante esta situación internacional contribuyendo
materialmente a su defensa, y fue, junto con el apoyo de las Brigadas
Internacionales, un factor de cierto equilibrio. En cambio, abundaron los
apoyos morales: se ha repetido muchas veces que muy probablemente haya sido la
frustrada «revolución española» el acontecimiento histórico que mayores
adhesiones despertó, especialmente en el campo intelectual.
En efecto,
fueron sobre todo algunos intelectuales franceses y anglosajones los que se
destacaron en apoyo del régimen republicano. Pero también muchos escritores
alemanes denunciaron la rebelión militar, aunque sus posiciones fueran menos
conocidas en España. Quizás una de las causas sea la situación difícil en que se
encontraba entonces la propia Alemania, y también, que los intelectuales
alemanes que podían demostrar aquel apoyo estaban en los campos de
concentración o viviendo difíciles condiciones en el exilio.
Uno de estos
exiliados alemanes era Bertolt Brecht, cuyo interés hacia la España democrática
era grande, pese a los problemas políticos y personales que atravesaba desde
1933 con la ascensión de Hitler al poder, lo que le obligó a abandonar su país
y exiliarse en el extranjero(1). Pero Brecht siguió trabajando activamente
contra el ascenso del fascismo en numerosas obras y escritos. Pues bien, entre
sus actividades políticas y literarias que conciernen a la guerra civil
española destacan, primero, el discurso para el II Congreso Internacional de
Escritores, que tuvo lugar en Madrid y otras ciudades españolas en julio de
1937, y en segundo lugar, la obra de teatro Los fusiles de la madre
Carrar, escrita en la primavera del mismo año.
El
Congreso internacional de escritores para la defensa de la cultura
El Congreso,
que se inició en Valencia el 4 de julio de 1937, contó con la presencia de los
más importantes intelectuales españoles y numerosos extranjeros, y, en todo
caso, con la participación de muchísimos intelectuales europeos y americanos
que enviaron mensajes o discursos al Congreso, lo que supone una reafirmación
inequívoca del apoyo que los intelectuales y científicos dieron a la República
española.
Bertolt
Brecht contribuyó con un largo escrito en el que denunciaba de manera clara y
rotunda al fascismo. Brecht al analizar el paralelismo entre la
situación alemana y española, pone de relieve principalmente el peligro que
supone el fascismo para la cultura, una cultura que para el escritor alemán no
es nada abstracta, y que significa, entre otras cosas, la permanencia de las
conquistas económicas y políticas de los trabajadores y las libertades de
expresión y participación política, atacadas por los fascistas y que hay que
defender mediante medios materiales, porque también la cultura es algo material.
Brecht opone
a la reacción violenta de los fascistas la necesidad que tiene no sólo el
pueblo sino también los intelectuales de «batirse». Es decir, su discurso
trasciende la coyuntura histórica española -la guerra civil- para denunciar las
consecuencias del peligro fascista en general.
Los
fusiles de la madre Carrar
La obra de
teatro Los fusiles de la madre Carrar(2) fue escrita en
la primavera de 1937, en el primer año de la guerra civil española, durante el
exilio en Dinamarca, sobre una idea del dramaturgo irlandés John Synge. Su
estreno tuvo lugar en Paris este mismo año. Con esta obra de un acto, con «Terror
y miserias del Tercer Reich» y, asimismo, con el escrito «Cinco
diflcultades al escribir la verdad», Brecht interviene activamente en la
discusión política de su tiempo.
La obra
describe la voluntad de la pescadora andaluza Teresa Carrar -cuyo marido falleció
en los acontecimientos de octubre del 34 en Oviedo(3)- de mantenerse al margen
del conflicto, impidiendo a sus hijos ir al frente para luchar contra Franco,
hasta que la muerte de su hijo Juan, asesinado por los fascistas mientras
pescaba, la empuja a la lucha. Para Brecht es un intento de «mostrar lo difícil
que le resulta decidirse a incorporarse en esta lucha, como no coge las
armas más que en extrema necesidad ...» (4)
En 1937,
cuando Brecht escribió la obra, la guerra civil española había cobrado el
aspecto de una guerra ideológica. Para las dictaduras alemana e italiana el
conflicto español suponía, principalmente, poner a prueba la debilidad de las
democracias occidentales, que prácticamente habían capitulado con la política
de No Intervención. Pues bien, Bertolt Brecht participa con esta obra, abierta
y comprometidamente, en el debate ideológico y político, invitando a una
resistencia activa contra los generales, porque «la humanidad tiene que hacerse
guerrera en estos tiempos que corremos para no ser exterminada.» (5)
Naturalmente,
para Brecht esta propuesta no se limita localmente a España o personalmente a
Teresa Carrar. Porque además de resaltar la contradictoria actitud neutralista
de la pescadora andaluza frente a los generales, la obra presenta una segunda
lectura, a saber: Brecht estaría cuestionando también, a través de la
señora Carrar, la política de No Intervención seguida por las potencias.
Brecht explicita muy claramente su pensamiento cuando dice por boca del obrero:
«Si usted participa de la No Intervención, aprueba en el fondo cada baño de
sangre en que estos generales sumen al pueblo español». Y más adelante: «No
combatir por nosotros ... no significa no combatir. Significa combatir por los
generales»(6). Es decir, «Los fusiles de la madre Carrar» no es sólo una obra
teatral sobre la guerra civil, sino principalmente una invitación a la lucha
activa.
Brecht
reafirma así, una vez más, el carácter comprometido de su obra, ejemplo de la
relación dialéctica entre historia/política y literatura. Porque efectivamente,
como señala Ernst Schumacher(7), Brecht practicó en toda su obra literaria y
teatral la necesidad no sólo de interpretar el mundo, sino de formarlo. Para
servir más fielmente a este propósito transformador desde una literatura
abiertamente militante, y también por su valor didáctico, Brecht trata
fundamentalmente en su obra temas históricos o políticos, es decir, que se
basan o en hechos y acontecimientos históricos (como Gallleo Galllei,
Madre Coraje y sus hijos, La vida de Eduardo II de Inglaterra, Los días de la
Comuna, etc.), o en acontecimientos políticos de su tiempo (Terror y
miserias del Tercer Rech, La resistible ascensión de Arturo Ui, esta
misma obra Los fusiles de la madre Carrar, etc.). En resumen,
Bertolt Brecht pone su lucidez de escritor, su literatura, al servicio de los
problemas que le tocó vivir. Y es que Brecht es uno de esos pocos hombres que,
como dice J.A. Hormigón(8), «descubren con plena lucidez su naturaleza de
seres históricos», viviendo «conscientemente ligado a la historia de su
tiempo.»
Germán Ojeda
y Lioba Simón
Tiempo de
historia núm. 29
________________________
(1) Brecht recorrió,
al alejarse del avance nazi, numerosos países en su largo exilio, desde que en
1933 salió hacia Praga hasta que en 1941 se instaló en EE. UU. Entretanto vivió
en Viena, Zurich, Paris, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Unión Soviitica, volviendo
poco después del final de la segunda guerra a Alemania Oriental.
(2) Teatro
Completo de Bertolt Brecht , Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1976.
(3) Detalles como la alusión a la Revolución de Octubre de 1934 en Asturias, la
referencia a los discursos del General Queipo de Llano por la radio, la llegada
de las brigadas Internacionales. la situación del frente de y de los combates,
etc.
demuestran
que Brecht tenía un conocimiento exacto sobre la situación
española.
(4)
B. Brecht, «Kunst oder Politik», Schriften zur Literatur und Kunts,
1976, pg. 252.
(5) Ibídem,
pag. 252.
(6) Los
fusiles ... , Op. cit. pags. 131 y 142.
(7) Ernst
Schumacher, Brecht, Theater und Gesellschaf, Berlín, DDR, 1973, págs. 25 a
27.
(8) Tiempo
de Historia, núm. 23, pag. 66.
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