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Los Rotspanier de Florø



Fotografía grupal de los españoles en el jardín del Sr. Hegranes, probablemente en 1939. De izquierda a derecha: Julio Queralt, José Luis
Aguirre, 
José García Rodríguez, Miguel Garrido Varela, Arsenio Bastida, desconocido (varón con sombrero), José Ricardo García Pérez,
Ramón Muñiz, Alfred Hegranes y Jesús Silveti.


Hace bastante tiempo, buscando información sobre un paisano que fue deportado a Sachsenhausen, me topé de bruces con un reducido grupito de españoles que acabaron en Noruega cuando la Guerra de España tenía ya los días contados.


En ese momento, recordé que ya había leído algo sobre alguno de ellos, concretamente sobre el deportado Ramón Muñiz Hermida, gracias al trabajo de la genial investigadora, María Torres. En el mismo, nos brindó una amplia biografía de Ramón que se puede consultar en la web de Carlos Hernández de Miguel (www.deportados.es); y una preciosa semblanza sobre su esposa española, Hermosinda Martínez, que fue publicada en su blog (www.buscameenelciclodelavida.com) y en la web www.nuevarevolución.es, bajo el título “Hermosinda tiña home”. Quisiera apuntar que la información que vamos a ir desarrollando sobre este caso en concreto es, en algunos aspectos, sustancialmente distinta a la publicada por María Torres, debido a las diferentes fuentes orales consultadas. Asimismo, desvelaremos los nombres de todos los españoles que fueron encerrados en el campo de concentración noruego de Grini, siendo hasta ahora, Ramón Muñiz, el único conocido.


Pues bien, el asunto, por el momento, quedó ahí, pero mi curiosidad insaciable me ha hecho volver a ellos e intentar darles el lugar que les corresponde en la historia. Son paisanos que no constan en ningún listado oficial o registro estatal, que no han recibido homenaje alguno en su patria ni lo van a recibir. Con todo el dolor, he de decir que son más conocidos en Noruega, que aquí y todo gracias a la labor de la periodista Merete Husmo Høidal. Esta mujer servicial, generosa, simpática y amable donde las haya, escribió un artículo en el periódico Firdaposten el 23 de octubre de 2010 bajo el título “Spania, mitt Spania”, que se puede traducir como “España, mi España”. Este lamento de melancolía es lo que, una y otra vez, salía de las entrañas de aquellos hombres condenados a no volver a pisar su tierra y es, a su vez, la base sobre la he escrito este humilde tributo biográfico a cada uno de ellos.


Pero, ¿cómo llegaron estos hombres de piel morena y cabello azabache a un lugar tan recóndito como Noruega?


Afirma Merete Husmo que la mayoría de los refugiados españoles que llegaron a Florø eran marineros de barcos mercantes que arribaron en 1939, justo en los estertores de nuestra guerra. Apunta que, en su ruta con suministros desde la URSS a España, el buque de carga tuvo que buscar un puerto de escala en Bergen. Para ella, el camino hacia la ciudad del arenque no estaba, ni mucho menos, en el cuaderno de bitácora de estos hombres del Sur.


Nos cuenta que, una vez terminada la Guerra de España, en Bergen, el Comité Noruego de Ayuda a la II República, trabajó en favor de los marineros españoles. Una de las medidas más importantes que se tomaron fue la de enviar a ocho de ellos a la pequeña y apartada localidad de Florø. Se avecinaban tiempos revueltos en Europa con el inminente estallido de la II Guerra Mundial y, teniendo en cuenta la estrecha cooperación entre Hitler y Franco, el Comité de Ayuda temía que los españoles fueran utilizados en el juego político de unos y otros.


Afincados en su nuevo hogar, recibieron sus respectivos pasaportes Nansen[1]. A los ocho se les acomodó en la pensión Fjellestads en la calle Michael Sarsgate. Igualmente, el Comité de Ayuda les dio dinero para pagar el alojamiento, así como para sus necesidades personales.


Toda esta información resultó ser oro puro en mi investigación, pero necesitaba alguna otra fuente que diera el espaldarazo definitivo y que apuntalara las dos dudas que me asaltaban: el nombre del barco en el que llegaron y el número real de los españoles de Florø y del resto de Noruega.


Después de semanas de búsquedas y habiendo exprimido la información facilitada por Merete, llegó a mis manos un informe presentado en Paris el 3 de julio de 1946 por José Ignacio de Lisazo a Manuel de Irujo, Ministro de Estado del Gobierno de la República en el Exilio, en el que exponía el resultado de sus gestiones encaminadas a obtener el reconocimiento del Gobierno de Noruega. Este documento[2] es de una importancia capital para ir contestando a algunas de las cuestiones formuladas anteriormente. Nos cuenta de Lisazo que “el día 25 de mayo (de 1946) salí de Londres acompañado de mi esposa. Hice el viaje en barco de Newcastle a Bergen. En esta ciudad costera permanecí el tiempo suficiente para saludar a D. Jesús Aldamiz Gogeascoa[3], capitán de la marina mercante, que allí se encuentra, y conocer la situación de otros siete marinos más, los señores Luís Aguirre Barrenechea (Sestao), Ricardo José García (Santander), José García Rodríguez (Gijón), Nicasio Jesús Silveti (Gijón), Ramón Muñiz (Pontevedra) y Arsenio Bastida (Vigo), que formaban parte de la tripulación del vapor “Guernica”, y que, desde 1939, viven refugiados en el pueblecito de Florø, a 16 kms. al norte de Bergen. Son los únicos ocho refugiados españoles que viven en Noruega. Hasta la ocupación alemana fueron atendidos por el Sindicato de Marinos. Cuando llegaron los alemanes, lo pasaron muy mal. Algunos de ellos fueron encarcelados, pero solo uno, Ramón Muñiz, fue enviado a un campo de concentración de Alemania. Todos los marinos aprecian a su capitán, que se ha portado muy lealmente durante la guerra nuestra y después de ella, ayudándoles hasta donde ha podido”.


A tenor de la lectura de lo expuesto por Iñaki de Lisazo, podemos dar por cerrado el asunto, pero nada más lejos de la realidad. De manera fortuita, buscando más información sobre el particular, encontramos una carta[4] escrita por el propio Jesús Aldamiz y fechada mucho antes, el 2 de Julio de 1939 en Bergen (Noruega), en la que expone “en nombre propio y en el de diez españoles republicanos, refugiados, protegidos y amparados en ésta por los partidos políticos Socialista y Comunista y Organizaciones obreras…los diez españoles aquí refugiados, vascos, asturianos y gallegos, tripulantes de buques de la matrícula de Bilbao, complicados por nuestra actuación en la guerra, unos como yo al cargo del dragamineo, limpieza y recogida de minas en el puerto de Bilbao, otros directivos de Sindicatos y Entidades oficiales, etc. no queriendo de ningún modo cooperar con el fascismo en España ni transigir con sus atropellos y crímenes decidimos unánimemente desembarcar de nuestros vapores “Josina”, “Baurdo” y “Cándida” que los trajimos de Rusia y buscar cualquier acomodo en tierra antes de pasar por los vejámenes del fascismo en España”.


No quedó ahí la cosa, pues descubrimos un par de cartas más en el Archivo del Nacionalismo Vasco-Sabino Arana Fundazioa[5], también escritas desde Bergen por Jesús Aldamiz entre febrero y mayo de 1947 y con Manuel de Irujo como destinatario. En ellas, ofrece más datos sobre la odisea de estos marinos. Relata que “sobrevinieron desgraciadamente las evacuaciones de Bilbao y Santander, internándonos con nuestros buques en Francia. Al frente de una expedición de 140 tripulantes, reclutados en Francia por las Autoridades republicanas me dirigí a Rusia para hacernos cargo de cinco[6] buques de la matrícula de Bilbao surtos en Múrmansk, que estaban al servicio ruso como garantía y conducirlos a Inglaterra. Al llegar a este puerto (Bergen), en los días de las rendiciones de Barcelona y Madrid, desembarcamos, amparados por garantía de vestuario y manutención, por las Organizaciones obreras y permaneciendo en este país ante el temor de represalia franquista en España y por el firme propósito de no querer colaborar con la Dictadura. Sobrevenida la guerra mundial siempre fui partidario de navegar en convoyes aliados, pero los demás refugiados opinaban (que) era preferible esperar y ver los acontecimientos. Invadieron primeramente este país los alemanes y todos mis compañeros fueron detenidos y encarcelados por considerarlos comunistas. Mi enfermedad de úlcera de estómago y el certificado médico me libraron del furor alemán, sometiéndome tan solo a una estrecha vigilancia. Dificultades del idioma y la falta de amistades y relaciones, unido al severo y estricto control que sobre esta costa ejercían los alemanes impidieron toda tentativa de huida a Inglaterra, cual era mi deseo…”.


Si bien ya sabemos exactamente en qué barcos llegaron y bajo qué circunstancias, habría que hacer algunas aportaciones, aclaraciones y señalar dos ausencias notorias para completar a los ocho de Florø. Incluso no estaría de más investigar el caso de Jorge Tell Novellas, uno de los diez republicanos españoles al que de Lisazo también nombra a lo largo de su informe, pero como un caso independiente al de los paisanos de Florø. Tell Novellas fue Encargado de Negocios de la Embajada española en Oslo, además de un reputado arquitecto catalán que fue detenido en varias ocasiones por la Gestapo durante su estancia en Noruega[7], logrando escapar con destino a México a través de Suecia.


Llegados a este punto, es el momento de saber de manera exacta la identidad y el número de aquellos compatriotas que intentaron rehacer su vida en las gélidas tierras de Florø, según la información obtenida del Archivo Digital de Prisioneros Noruegos (1940-1945)[8]:


1.-José Luis Aguirre Barrenechea. Nacido el 12 de septiembre de 1921 en Sestao (Vizcaya). De profesión mecánico y cocinero. Estado civil: Soltero.


Detenido el 19 de septiembre de 1940 como “rotspanier” y encarcelado en Møllergata 19[9] con el nº de preso 435. Allí estuvo desde el 26 de octubre de 1940 al 6 de febrero de 1942, fecha en la que es trasladado a la prisión de Grini[10], con el nº de preso 1520. Aquí estuvo desde el 6 de febrero de 1942 al 25 de abril de 1942.


2.-   Julio Queralt Fontela nació el 2 de febrero de 1895 en Gijón (España) y murió el 31 de marzo de 1944 en Florø. Maquinista de profesión con conocimientos de sastrería. Casado con Carmen Fernández Ibañez.


Detenido el 28 de febrero de 1941 como “rotspanier”, fue trasladado a la Prisión del distrito de Bergen[11] con nº de preso 281. Allí estuvo desde el 28 de febrero de 1941 al 5 de mayo de 1941, fecha en la que se le puso en libertad.


Detenido de nuevo el 18 de noviembre de 1941, fue trasladado otra vez a la Prisión de Bergen con el nº de preso 893. Estuvo aquí solo el 18 de noviembre de 1941, cuando es transferido a Ulven[12] y de ahí a Møllergata 19 con nº de preso 2389. Allí permaneció desde el 3 de enero de 1942 al 25 de abril de 1942, cuando fue, de nuevo, liberado.


Para ampliar esta información, hemos consultado el expediente de solicitud de indemnización que se custodia en los archivos alemanes de Arolsen iniciado por su esposa, que dice: “antes de la guerra vivía en Pasajes de San Juan (Guipúzcoa) y que con el inicio de la guerra de España huyeron a Bilbao. En 1937, temiendo la persecución de las tropas franquistas, fue contratado en barco inglés como maquinista. Primero llegó a Inglaterra, pero huyó a Noruega cuando estalló la II Guerra Mundial. Como estaba enfermo en ese momento, allá por 1943, encontró acomodo en el Hospital de Florø, aquejado de una afección cardíaca y una úlcera estomacal. Después de la invasión de Noruega por las tropas alemanas, sus camaradas (cuyo nombre no recordaba) fueron arrestados y llevados a campos de prisioneros, mientras que Julio escapó del arresto debido a su estancia en el hospital. Después de un tiempo comenzó a recuperarse y dar pequeños paseos. Los alemanes se dieron cuenta de la mejoría y Julio fue arrestado (probablemente en 1943) y llevado al campo de prisioneros de Ulven, cerca de Bergen. Allí sufrió un colapso cardíaco durante un simulacro de castigo y fue llevado de nuevo al Hopistal de Florø, donde murió de un infarto el 31 de marzo de 1944”.


En el mismo expediente se apunta que no murió en el Hospital, sino en la casa en la se alojaba en Florø, siempre bajo los cuidados de los doctores del Hospital.



Fotografía de la tarjeta policial de Julio Queralt Fontela



3.- Ricardo Pérez nació el 7 de abril de 1895 en Santander. De profesión marinero y estado civil casado.


Detenido el 19 de septiembre de 1940 como “rotspanier” y trasladado a Møllergata 19 con nº de preso 436. Aquí estaría desde el 26 de octubre de 1941 al 5 de febrero de 1942, fecha en que es trasladado a Grini con nº de preso 1522. Aquí pasaría recluido desde el 5 de febrero de 1942 al 25 de abril de 1942, fecha en que es trasladado al Hospital de Ullevål (Oslo).


4.- Ramón Muñiz Hermida. Nacido el 10 de marzo de 1907 en Meaño (Pontevedra). Fallecido el 3 de octubre de 1978 en Florø. Casado. Marinero de profesión.


Detenido el 19 de septiembre de 1940 como “rotspanier”, pasó brevemente por el campo de Ulven, en las afueras de Bergen, para luego ser trasladado a Møllergata 19 con el nº de preso 434. Aquí estaría desde el 26 de octubre de 1940 al 5 de febrero de 1942, fecha en la que es trasladado a la prisión de Grini con nº de prisionero 1523. Pasaría recluido en este centro desde el 6 de febrero de 1942 al 24 de julio de 1944. En esta fecha es trasladado como prisionero de guerra a la Fortaleza de Akershus[13], que hacía las veces de prisión de la Wehrmacht. Estuvo internado aquí desde el 24 de julio de 1944 al 3 de agosto de 1944. De nuevo trasladado, esta vez a la prisión de Stettin (Polonia) y de aquí a Alemania. En mayo de 1945 es internado en el campo de prisioneros en Zschopau[14]. Liberado en mayo de 1945 por soldados soviéticos. Pasaría por el hospital de Marienberg (Alemania). Volvería a Noruega el 16 de marzo de 1946.


Su familia noruega y el trabajo de campo de Merete, ampliaron esta información y cuentan que “estaba en Sevilla cuando estalló la Guerra de España, y en medio del caos y la carnicería fue encarcelado cuando intentaba conseguir armas. Tras un breve tiempo en cautividad, logró escapar. Su viaje le llevó a Francia, donde su etapa como marinero de guerra comenzó. Llegó a Noruega en la fase final de la guerra civil junto con varios marineros españoles de barcos mercantes republicanos que estaban en Bergen, pasando después a Florø. Allí permanecieron cuando estalló la guerra mundial. Todos los españoles fueron detenidos en otoño de 1940. Cayó enfermo y acabó en la sala de prisioneros del Hospital de Ullevål, donde permaneció casi un año. Después fue a parar a Grini. Mientras estuvo aquí, fue puesto varias veces en la lista de deportación. Sin embargo, se salvó gracias a una enfermedad contraída durante su encarcelamiento. Se sabía que los alemanes no deportaban a personas que no estuvieran sanas y que estaría seguro mientras estuviera enfermo, algo de lo que el personal sanitario noruego era muy consciente. En una ocasión, hasta le inyectaron leche sin pasteurizar, lo que le produjo fiebres muy altas, pero se salvó de ser trasladado a Alemania.


El 24 de julio de 1944, Ramon fue sacado de un kommando exterior de Grini en el que estaba trabajando durante una "redada de control" de la Gestapo. Esa misma tarde fue trasladado a la prisión de Akershus. Aquí permaneció en una celda de detención antes de ser enviado a Alemania por el Donau[15] el 3 de agosto de 1944. Desde Stettin fue enviado a un centro de castigo alemán. Ramon fue enviado a Zschopau, un campo de prisioneros en el extremo sur de Alemania. Allí permaneció hasta que fue liberado por soldados soviéticos en mayo de 1945. No había noruegos allí, ni ningún autobús de la Cruz Roja para repatriarle. Fue hospitalizado y posteriormente enviado a Francia por ser español. Regresó a Noruega el 16 de marzo de 1946”.


Asimismo, contamos también con la declaración que hizo Ramón en la Prefectura de Policía de París[16] el 10 de febrero de 1946, que ya utilizó, en parte, María Torres en su rica biografía, por lo que no vamos a redundar sobre ello, más allá de recomendar su lectura, pero apuntaremos algunos detalles importantes. Ramón señala que deseaba quedarse en Francia, que era viudo desde 1939[17], que tras su liberación del campo de represión de Chemnitz[18] fue alojado en el centro de acogida de prisioneros de guerra y deportados de la calle Vaugirard, en París. Cuenta que, en España, era cocinero en los buques mercantes y que estaba afiliado a la UGT. Refugiado en Francia desde febrero de 1939, no sería hasta el 18 de septiembre de 1940, cuando fue requerido por los alemanes para formar parte la tripulación de un buque de carga con destino a Noruega. Llegado a Bergen, intentó huir, pero fue detenido y enviado al campo de Ulven, donde estuvo siete semanas. De ahí pasó a Oslo, a la prisión de Møllergata 19, donde estuvo encarcelado hasta febrero de 1942, fecha en la que fue trasladado a Grini, donde estaría arrestado hasta octubre de 1944. En esa fecha sería enviado a Alemania, al campo de Chemnitz. Fue liberado el 15 de mayo de 1945. Por último, manifestaba su deseo de volver a España cuando las circunstancias políticas se lo permitieran.


Como podemos ver, la familia noruega, después de muchos años, contó una versión algo distinta de la que el propio Ramón hizo en París. Es normal que, con el paso del tiempo, se confundan las fechas e incluso los lugares y es nuestra obligación dejar constancia de estas divergencias. Por nuestra parte, hemos intentando verificar el kommando de Flossenburg en el que estuvo Ramón con los archivos de Arolsen, no pudiendo establecerlo con exactitud, ya que su expediente personal no se puede consultar libremente debido a que no han vencido los plazos temporales que marca la ley[19].


5.- José García Rodríguez. Marinero. Nacido en Leorio (Gijón)[20] el 30 de septiembre de 1899 y fallecido el 10 de octubre de 1962 en Oslo[21]. Detenido como “rotspanier” el 9 de septiembre de 1940 y trasladado a la prisión de Ulven. Más tarde sería recluido en Møllergata 19 con nº de preso 437, desde el 26 de octubre de 1940 al 27 de julio de 1943.



Fotografía de la tarjeta policial de José García Rodríguez

6.- Jesús Nicasio Silveti González. Nacido el 6 de junio de 1896 en Gijón. Marinero. Casado. Detenido el 26 de octubre de 1940 como “rotspanier”. Trasladado a la prisión Møllergata 19, donde estuvo desde el 26 de octubre de 1940 al 6 de febrero de 1942. Después pasaría a la prisión de Grini con nº de prisionero 1521. Aquí estaría desde el 6 de febrero de 1942 al 25 de abril de 1942. 


7.-  Miguel Garrido Varela. Nacido el 4 de marzo de 1908 en Vigo. Falleció el 1 de diciembre de 1944. Soltero. Arrestado como "rotspanier. Enviado a la Prisión del distrito de Bergen, con nº de preso 894. Aquí estuvo solo el 18 de noviembre de 1941, fecha en que es enviado a Oslo, a la prisión de Møllergata 19, donde estuvo desde el 3 de enero de 1942 al 25 de abril de 1942.


Marie Østrem, natural de Os, escribe en su diario del 3 de agosto de 1944: "Estuve en Hagavik hoy. Un marinero español lleva allí 18 meses, fue herido durante la guerra en su país de origen y desde entonces ha tenido que escapar. Se llama Miguel Varela y es muy guapo. Le he traído frambuesas y flores. Encontré una pequeña flor de brezo y se la metí en la ropa. Tuve que esconderla bajo su abrigo".


Miguel Varela está enterrado en el cementerio de la iglesia de Os (actual Bjørnafjorden).



Fotografía de la tarjeta policial de Miguel Garrido Varela


Fotografía de la lápida de Miguel Garrido Varela



8.- Arsenio Bastida. Nacido en Vigo. Detenido en Møllergata 19. Sin datos en los archivos noruegos (ver Anexo I y II). 


Estas son las frías reseñas vitales de los españoles de Florø que constan, negro sobre blanco, en los archivos noruegos y en las retinas familiares, pero ¿cómo era su vida antes de ser detenidos?, ¿qué fue de los que allí se quedaron tras la guerra? Para dar respuesta, volveré al trabajo de Merete Husmo, fuente fundamental de este artículo.


Nos contaba la periodista que, a los pocos años de terminar la guerra, la mayoría de los españoles murieron o se mudaron, pero tres de ellos se quedaron en Florø: Ramón Muñiz Hermida, José Ricardo García Pérez y José Luis Aguirre.


Antes de dar algunas pinceladas a la vida de posguerra de estos paisanos, no me resisto a contar algún pasaje que demuestra la valentía y lo queridos que eran los españoles en aquellas tierras extrañas.


Harald Pors Muñiz, hijo de Ramón Muñiz, relataba que, durante la guerra, aun sabiendo que estaban en peligro, tuvieron las agallas de esconder a un médico en varias ocasiones. Asimismo, aseguraba que el único deseo de estos hombres, en aquel momento, era encontrar la manera de llegar a Inglaterra. Todas las gestiones al respecto fueron infructuosas y cuando fueron detenidos por los alemanes, casi se produce un motín en la ciudad. Los prisioneros españoles se pararon sobre una lancha neumática de la MTB (Motor Torpedo Boat) alemana y en el muelle se juntó un nutrido grupo de mujeres gritando: "¡No deben llevarse a los pobres refugiados!”.


Centrándonos en Ramón Muñiz, he de decir que era novio de Aagot Pors antes de la guerra, y en 1940 tuvieron a su hijo Ivar. Más tarde tuvieron otro hijo llamado Harald. La familia vivió en Strandgata durante un tiempo, pero en 1958 se trasladaron a Firdavegen, donde habían construido una casa. Ramón acabó ganándose la vida como pintor de casas. La familia perdida seguía en España, pero Ramón nunca volvió.


Ramón fue el único de los ocho de Florø que no era marino. Durante la guerra, estaba en Escocia, donde trabajaba ayudando a los niños refugiados de España, pero cuando el carguero atracó en Bergen, lo enviaron a la ciudad hanseática para ayudar a intentar sacar los barcos.


Los españoles aprendieron noruego lo mejor que pudieron y, en general, se les entendía bastante bien. Ramón lo aprendió de un profesor de anatomía con el que estuvo encarcelado en Oslo durante la guerra, y a cambio el profesor aprendió español.


Para Ramón, como ya se ha dicho, la paz en Europa fue sinónimo de hospitalización, cirugía y convalecencia. Sólo pesaba 35 kilos y estaba muy enfermo de tisis. Después de algún tiempo logró llegar a Francia, donde en octubre de 1945, por fin mandó un telegrama a casa informando de que estaba vivo. La mayoría de sus seres queridos habían perdido la esperanza para entonces. Un nutrido grupo de buenos amigos que compartieron reclusión y celda en Oslo, se organizaron para traerlo de vuelta, y en marzo de 1946, Ramón finalmente regresó a Noruega con evidentes secuelas tanto físicas como mentales.


Para el caso de José Ricardo García, he de señalar que trabajaba como peón en el municipio y tenía un hijo en Venezuela. Murió en 1960.


Por último, me referiré al casi adolescente, José Luis Aguirre. Era un mozo de sólo 18 años cuando llegó a Florø, y solo tenía un año más cuando fue encarcelado por los alemanes. Al regresar de su cautiverio, se casó con Alfhild Hegranes y tuvo 4 hijos. Aguirre, en 1948, construyó el primer camión de bomberos de Florø, pues era un manitas con muchos conocimientos técnicos. Trabajó durante mucho tiempo como mecánico en Sande Bilverkstad. Murió en 1986.


Como colofón a esta epopeya, hemos de contar que no fueron estos los únicos españoles que recalaron en Noruega, ya que en la inmediata posguerra y gracias a las cartas[22] del tan nombrado Jesús Aldamiz, sabemos que “en el mes de marzo (de 1947), llegaron a ésta (Bergen), a bordo de un petrolero noruego, tres polizones españoles procedentes de Francia que, embarcando en Amberes con intento de ir a Venezuela, vinieron para aquí…internándoles la policía en la cárcel para devolverles al punto de origen. Se llaman Eugenio Vidal, Jesús Beltrán y Fernando Calvillo, de 36, 26 y 21 años, chófer, mecánico y operario textil respectivamente: el primero de Vigo y los dos últimos de Valencia. Tras muchas dificultades logré hablar y ponerme en contacto con ellos y como combatientes republicanos contra Franco y en “maquis” francés, logré ponerles en libertad con derecho a residencia y trabajar en este país, ayudado por el Comité de ayuda a españoles, Casa del Pueblo, líderes políticos y prensa”.


Hasta aquí la historia de estos desconocidos, de los sin nombre, de los que nadie recuerda, de aquellos que dejaron atrás su porvenir en tierras del mar Cantábrico para vivir una odisea inenarrable. Sirvan estas líneas para mostrarles mi respeto y mi cariño, esperando que algún día, esta historia será retomada y ampliada.



Manuel Torres Cañete

La Rambla (Córdoba), 25 de septiembre de 2023




ANEXO I

 




Tarjeta de Navidad[23] fechada en Oslo el 18 de diciembre de 1940. Enviada por Ricardo García, Arsenio Bastida y José Luís Aguirre a Wilhelm Tvedt Gundersen, de Arendal (Noruega). Todos ellos compañeros de prisión en Møllergata 19 (Oslo), donde Wilhelm llevaba detenido desde el 1 de septiembre de 1940, compartiendo cautiverio con los republicanos españoles.


Precisar que Robert Wilhelm Tvedt-Gundersen fue uno de los resistentes antinazis más importantes de Noruega.  Después de la guerra, Tvedt-Gundersen trabajó activamente durante muchos años por la causa de los marineros de guerra y se convirtió en miembro honorario de la Asociación de Marineros de Guerra de Aust-Agder, sin haber sido marinero.



 

ANEXO II


Ramón Muñiz Hermida



José Luís Aguirre Barrenechea


Ricardo García Pérez

  


 


[1] Documento de identidad para refugiados apátridas que brindaba protección internacional a los asilados.


[2] Eusko Ikaskuntza. Fondo Irujo, expediente 16, caja 27, clave 13892, signatura J, orden 10. 

Archivo Histórico de Euskadi. Signatura 61.2, volumen 673.3, legajo 61, nº de legajo 06617. 

Tanto de Lisazo, como de Irujo, hay multitud de referencias en internet para quien esté interesado en sus respectivas trayectorias vitales.


[3] Ángel Gondra, Delegado del Gobierno de Euskadi en Londres, define a Jesús Aldamiz como “buena persona, liberal, republicano y vasquista. De la familia de Joala (Arriandiaga), el Dr. de Mundaka de los tiempos de Sabino”.

Eusko Ikaskuntza. Fondo Irujo, expediente 3, caja 34, clave 11747, signatura J, orden 94-106.

Aldamiz Gogeascoa se estableció en una pensión en la Calle Dokken nº 5 de Bergen. Previamente, durante los primeros tiempos, vivió en la calle Øvre Hamburgersmauet nº 1. Durante esa etapa, se ganó la vida como guarda en unas casas que estaban construyendo cerca de su pensión.


[4] Archivo Histórico de Euskadi. Signatura 21.1 (55), volumen 408.1, legajo 21/1, nº de legajo 02696. Carta dirigida a D. Lucio de Aretzabaleta, de la Delegación del Gobierno de Euskadi en París.


[5] Archivo del Nacionalismo Vasco. Signatura Irujo-0003-03.


[6] El quinto buque, aparte del “Guernica”, “Josina”, “Baurdo” y “Cándida”, es muy posiblemente el “Luchana”.


[7] Jorge Tell Novellas. Nacido el 24 de mayo de 1907 en Barcelona. Arquitecto. Divorciado. Detenido el 8 de julio de 1940 y trasladado a la prisión Møllergata 19 con nº de preso 127. Aquí estuvo desde el 8 de julio de 1940 al 28 de noviembre de 1940. (Información extraída del Archivo digital de Prisioneros Noruegos 1940-1945).


[8] www.fanger.no


[9] Møllergata 19 fue una prisión policial de Oslo y sirvió como prisión central de la Sipo (agencia de seguridad nazi) y la SD (agencia de inteligencia) en Noruega. Las fuerzas de ocupación alemanas se hicieron cargo de Møllergata 19 nada más llegar al país.


[10] Grini Polizeihäftlingslager fue el mayor campo de prisioneros alemán de Noruega.  Se creó en junio de 1941 en la prisión de mujeres de Ila, en Bærum. En total, pasaron por Grini casi 20.000 prisioneros. Alrededor de 800 prisioneros de Grini procedentes de toda Noruega murieron en cautiverio, la mayoría de ellos tras ser deportados.


[11] Bergen kretsfengsel, la prisión de distrito de Bergen, estaba situada en el barrio del Ayuntamiento, en el centro de la ciudad. Desde aquí, los prisioneros eran llevados al cuartel general de la Gestapo en Veiten 3 para ser interrogados.


[12] Ulven era un campo militar que se convirtió en campo de prisioneros en 1940. En 1943, todos los prisioneros fueron trasladados al nuevo campo de Espeland.


[13] Akershus festning, Kriegswehrmachtsgefängnis. La Fortaleza de Akershus que se convirtió en cárcel para prisioneros de guerra bajo el control de la Wehrmacht.


[14] Kommando de trabajo del campo de concentración de Flossenburg.

Ramón no pudo ser internado en mayo de 1945, pues el 13 de abril de 1945, el kommando es disuelto y los prisioneros supervivientes son enviados en camiones de ganado hasta Theresienstadt.


[15] El Donau fue un buque de transporte de tropas utilizado por la marina alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos prisioneros noruegos fueron transportados hacia el sur en el Donau vía Stettin (Polonia).


[16] Archives de la préfecture de Police (París). Signatura 77W 1136, expediente 347873.


[17] El dato es incorrecto, pues Hermosinda Martínez, su esposa gallega, murió a finales de los años 90.


[18] Subcampo del campo de concentración de Flossenburg. Evacuado en abril de 1945.


[19] El único dato novedoso, pero también inconexo, que hemos podido extraer de lo poquísimo que nos han mandado es que, en algún momento de su cautiverio, pasó por la ciudad de Freden (Baja Sajonia).

Fuente: Norsk Frangeleksikon-Grinifangene. ITS Arolsen. Doc Id 11403365.


[20] En los documentos oficiales lo escriben como Laurea.


[21] En la partida de defunción se señala como fecha de nacimiento el 30 de noviembre de 1905.


[22] Archivo del Nacionalismo Vasco. Signatura Irujo-0003-03.


[23] Aust-Agder museum and archive IKS,  KUBEN (Museo de Arendal-Noruega). Signatura  AAM.6624.





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