La Casa de las Flores, residencia de Pablo Neruda en Madrid, tras un bombardeo |
PREGUNTARÉIS: Y dónde
están las lilas?
Y la metafísica cubierta de amapolas?
Y la lluvia que a menudo golpeaba
sus palabras llenándolas
de agujeros y pájaros?
Y la metafísica cubierta de amapolas?
Y la lluvia que a menudo golpeaba
sus palabras llenándolas
de agujeros y pájaros?
Os
voy a contar todo lo que me pasa.
Yo
vivía en un barrio
de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.
de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.
Desde
allí se veía
el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.
Mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por todas partes
estallaban geranios: era
una bella casa
con perros y chiquillos.
Raúl, te acuerdas?
Te acuerdas, Rafael?
Federico, te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
Hermano, hermano!
Todo
eran grandes voces, sal de mercaderías,
aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua
como un tintero pálido entre las merluzas:
el aceite llegaba a las cucharas,
un profundo latido
de pies y manos llenaba las calles,
metros, litros, esencia
aguda de la vida,
pescados hacinados,
contextura de techos con sol frío en el cual
la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas,
tomates repetidos hasta el mar.
el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.
Mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por todas partes
estallaban geranios: era
una bella casa
con perros y chiquillos.
Raúl, te acuerdas?
Te acuerdas, Rafael?
Federico, te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
Hermano, hermano!
Todo
eran grandes voces, sal de mercaderías,
aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua
como un tintero pálido entre las merluzas:
el aceite llegaba a las cucharas,
un profundo latido
de pies y manos llenaba las calles,
metros, litros, esencia
aguda de la vida,
pescados hacinados,
contextura de techos con sol frío en el cual
la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas,
tomates repetidos hasta el mar.
Y
una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.
Chacales
que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!
Frente
a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!
Generales
traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
Preguntaréis
por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
Venid
a ver la sangre por las calles,
venid a ver
venid a ver
la
sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!
venid a ver la sangre
por las calles!
Pablo
Neruda
España en el corazón
España en el corazón
El
estallido de la guerra y el asedio de Madrid llevaron las trincheras hasta las
puertas de 'La Casa de las Flores', que sufriría los rigores de la guerra hasta casi destruirla. Cuando
Neruda regresa a Madrid, un año después de dejar su casa por entonces intacta,
durante una visita que realiza junto a Miguel Hernández, se la encuentra casi
totalmente destrozada, escribiría: "... aquel desorden era una puerta final que se cerraba en mi vida". Así fué, ya que Pablo Neruda nunca regresó a Madrid ni a 'La Casa
de las Flores'.
Hola, muy bonito ese poema de Neruda pero por favor, corrija los errores ortográficos. Las interrogaciones no se escriben así en Español y confunden muchísimo al que lee. Gracias.
ResponderEliminarDavid, te recuerdo que Pablo Neruda era chileno.
ResponderEliminarEl poema es ocpía fiel del que él escribió, con las interrogaciones al final solamente, y así lo hemos transcrito.
Un saludo.