Frente del Sur, 7 de septiembre de 1937
Mi querido pequeño:
He recibido tu carta y me ha alegrado tu bonita letra. Desde luego que trataré de ir pronto a visitarte y poder admirar a tu nuevo hermanito.
Aquí estoy en un pueblo no lejos de frente. La población no ha querido abandonar sus casas. A mi alrededor hay muchos niños y me miran. Son muy pobres y no saben leer ni escribir, pues antes de la Guerra, durante la dictadura, no querían que la gente aprendiera demasiado. Ahora se construyen escuelas por todas partes. Cuando nosotros, los Internacionales, llegamos a un pueblo en que no hay ninguna, ayudamos a instalarla. Si reflexionas, comprenderás cuan importante es esto. Pues esta Guerra no solo se hace con cañones. ¡También tu, querido niño, debes aprender mucho, mucho!
Mañana se da una fiesta para los niños de este pueblo. A todos nosotros nos encantan los niños españoles. Cuando alguna vez viajes a través de España, encontrarás aquí muchos buenos amigos, a quienes he hablado de ti.
Lo que más me ha gustado ha sido que comprendas tan bien la causa de estar yo en España. Pero no solo se trata de la libertad de España y de la felicidad de los magníficos niños españoles, sino también de la libertad de nuestra patria y de vuestro futuro. Cuando hayamos liquidado aquí a los fascistas, no podrán venir a nuestro país para tirar allí sus bombas y asesinar a sus hombres. ¿Comprendes ésto? Así es que, en realidad, al ayudar a los hermanos españoles en su lucha, liquidamos una deuda para con ellos, porque dan ejemplo a los antifascistas de todos los países.
Querido niño, debes hablar con tus camaradas sobre lo que te escribo. Quizá podáis enviarnos entre todos, de vuestros ahorros, algo para los niños españoles. Besa a tu hermano en mi nombre y recibe un cordial abrazo de
Tu padre
Del libro: “Los niños españoles y las Brigadas Internacionales”
Editado por el Comité pro-niños españoles de las Brigadas Internacionales
Marzo 1938
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