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5 de marzo de 1939. El final de la Guerra

Militares republicanos son conducidos por falangistas a las cárceles y centros de detención 
Paseo de Recoletos, Madrid, 27 de marzo de 1939


María Torres / 5 Marzo 2015

El domingo 5 de marzo de 1939 tuvo lugar en la Posición Yuste, la última sede del Gobierno republicano, el que sería también el último Consejo de Ministros de la República en territorio español.

A pesar de los repetidos requerimientos de Negrín al jefe del Ejército del Centro, coronel Segismundo Casado, no asistió alegando problemas de salud. Incluso se envió en su busca el Douglas del presidente para transportarle hasta Elda, pero Casado ordenó que se hiciese regresar el piloto.

Y es que Casado tenía mucho que hacer ese día en Madrid. Había decido poner fín a la Guerra con el apoyo de todas las fuerzas políticas y sindicales, a excepción del Partido Comunista. 
A las siete de la tarde se reunía en el Ministerio de Hacienda con los militares convencidos de que «sería más fácil liquidar la guerra a través de un entendimiento entre militares», representantes de Izquierda RepublicanaUnión RepublicanaPartido Sindicalista, parte del Partido Socialista Obrero Español, UGT, CNT-FAI  y Julián Besteiro.

En las horas siguientes la ciudad de Madrid quedó controlada por las fuerzas casadistas.

En Yuste, entre otros asuntos, se trabajaba en el modo de lograr un alto el fuego sin represalias ni persecuciones y se había elaborado un discurso radiofónico que pronunciaría el Presidente Negrín al día siguiente 6 de marzo, en el que anunciaría una resistencia escalonada hacia los puertos de Levante, con objeto de evacuar al mayor número posible de ciudadanos.

Poco después de las doce de la noche, un funcionario informó que desde Unión Radio se estaba emitiendo un Manifiesto leído por el Coronel Casado, en el que se anunciaba la formación del Consejo Nacional de Defensa, que integrado por civiles y militares destituía al Gobierno.

Una vez finalizado el Manifiesto, Negrín telefoneó a Casado. Según este último, mantuvieron la siguiente conversación:

Negrín: «General, ¿qué está ocurriendo en Madrid?» 

Casado replica que él no era general sino coronel, porque no aceptaba el nombramiento proveniente de un Gobierno sin legitimidad y responde:

Casado: «Me he rebelado».

Negrín: «¿Contra quién?, ¿contra mí?».

Casado: «Sí, contra usted».

Negrín: «He oído el manifiesto y me parece que lo que ha hecho es una locura». 

Casado: «Me siento en paz con mi conciencia porque he cumplido mi deber como soldado y como ciudadano. Todos los representantes políticos y sindicales en el Consejo también están en paz, están convencidos de que han hecho un servicio a España».

Negrín: «Espero que reflexionará, porque todavía podemos llegar a una solución».

Casado: «No comprendo qué quiere decir, porque creo que ya está todo solucionado».

Negrín: «Al menos debería enviar un representante para que yo transfiera los poderes del gobierno o yo enviaré uno a Madrid con ese objetivo».

Casado: «No se preocupe por eso. Usted no puede transferir lo que no tiene. De hecho, hemos asumido los poderes que usted y su Gobierno han abandonado».

Negrín: «Entonces, ¿no accede a esta petición?».

Casado: «No».

El Consejo de Ministros continuó durante toda la madrugada y decidió la salida de España del Gobierno de la República. Antes de llegar al aeródromo de Monovar, Negrín acompañado de los generales Hidalgo de Cisneros y Cordón, se dirigió a la sede de la dirección del PCE, en la Posición Dákar, para transmitir un último mensaje a Casado:

«En aras de los intereses sagrados de España debemos todos deponer las armas y si queremos estrechar las manos de nuestros adversarios, estamos obligados a evitar toda sangrienta contienda entre quienes hemos sido hermanos de armas. En su virtud, el Gobierno se dirige a la Junta constituida en Madrid [el CND] y le propone designe una o más personas que puedan amistosa y patrióticamente zanjar las diferencias. Le interesa al Gobierno, porque le interesa a España, que en cualquier caso toda eventual transferencia de poderes se haga de una manera normal y constitucional. Solamente de esta manera se podrá mantener enaltecida y prestigiada la causa por que hemos luchado. Y sólo así podremos en el orden internacional conservar las ventajas que nuestras escasas relaciones aún nos preservan. Seguros de que al invocar el sentimiento de españoles de esa Junta prestará oído y atención a nuestra demanda, le saluda. Negrín»

En la mañana del 6 de marzo todos los partidos políticos y organizaciones del Frente Popular, excepto el Partido Comunista de España hicieron públicos manifiestos y declaraciones apoyando el golpe de Casado y quedaba constituido oficialmente el Consejo Nacional de Defensa bajo la presidencia del general José Miaja (Besteiro había rechazado el cargo); y Defensa: coronel Segismundo Casado; Estado: Julián Besteiro (PSOE); Hacienda: González Marín (CNT); Gobernación: Wenceslao Carrillo (PSOE); Justicia: Miguel San Andrés (Izquierda Republicana); Instrucción Pública: José del Río (Unión Republicana); Comunicaciones: Eduardo del Val (CNT); Trabajo: Antonio Pérez (UGT).

La Guerra terminó en la madrugada del 6 de marzo de 1939. No hubo paz «digna y honrosa» como prometía Segismundo Casado.

Lo que vendría después sería la inmensa tragedia de miles de republicanos derrotados, abandonados a su suerte. La tragedia de una población civil que se agolpaba en los puertos. La tragedia de una represión brutal con la que tendrían que malvivir una parte de los españoles los siguientes cuarenta años.

Pero esto a Casado ya le importaba muy poco. El 30 de marzo abandonaba España por el puerto de Gandía, dicen que con la ayuda del ejército franquista y la marina británica.








9 comentarios:

  1. A continuación dejo unas breves notas publicadas por los historiadores Angel Viñas y Fernando Hernandez sobre el golpe de Casado :

    "Las razones de la insurrección casadista están claras. Ante todo, la creencia de que al ofrecer en almoneda la cabeza de Negrín y el poder comunista a Franco, éste podría mostrar condescendencia. Pero hubiese bastado con leer aquel monumento a la monstruosidad jurídica que fue la Ley de Responsabilidades Políticas... para darse cuenta de qué forma se manifestaría la proverbial "magnimidad" del Caudillo. Ni siquiera avezados luchadores como los libertarios [que se aliaron con Casado] alcanzaron a comprender que lo que se les venía encima no tenía paralelo con lo que ellos, y la izquierda en general, habían experimentado en etapas anteriores"

    "En cualquier caso es sobre Casado, y no Negrín, en quien debe caer la responsabilidad histórica de haber inducido la desintegración de la resistencia republicana de forma tal que dejó estancados a millares y millares de combatientes. Cómo se hubiera configurado su evacuación de haberse podido avanzar en los planes negrinistas será siempre especulativo. No cabe duda, sin embargo, de que la realidad fue la más amarga y desastrosa posible y la mejor que Franco jamás hubiera podido desear".

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  2. Gracias por el aporte Benito Sacaluga.
    Salud!

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  3. Se me encienden la sangre ante esta nueva traición. No le habia dado mucha importancia hasta ahora, pero a medida que leo sobre estos hechos...como hemos sido (y somos) traicionados. Y no sé porque no me ha extrañado nada la postura fiel de los comunistas con la República.

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    1. Hay algo sobre lo que la traición no pudo: la dignidad.

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    2. La traición la cometió el Partido Comunista,traidor por antonomasia,atacando a las fuerzas del POUM y la CNT en la retaguardia en Barcelona y Aragon y mas tarde cuando todo el gobierno de Negrin huyo a Valencia para mas tarde sacrificar centenas de miles de hombres en la batalla inútil del Ebro a sabiendas que no la podían ganar por la falta de armas y la aviación inexistente de Cisneros luchando en contra del ejercito Fascista de Franco, bien aprovisionado con armas modernas y no las espingardas que envió el bolchevique de Stalin,la guerra estaba perdida,aparte que para vivir bajo una dictadura Comunista mejor era darse por vencido.Siendo los gerifaltes Comunachos los primeros en huir a Rusia para después de 40 años volver a colaborar con el Fascismo, que aun impera en España.

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    3. Debería usted repasar los acontecimientos que relata y si fuera posible prescindir de los descalificativos e insultos a los comunistas españoles que lucharon contra el fascismo en España. Ignoro de donde ha obtenido la información, pero se mantiene en la misma línea que utilizaron los sublevados para justificar el levantamiento, es decir, impedir una "invasión" comunista, argumento que ha sido desmontado infinidad de veces de forma empírica por acreditados historiadores españoles y extranjeros. Igual le digo en relación con la lucha antifranquista, llevada exclusivamente a cabo por los comunistas una vez acabada la guerra. La batalla del Ebro tenía una finalidad clara y necesaria, quizás la única que le quedaba a Negrín, y esta no era otra que contener a los fascistas a la espera de una intervención europea en España que se consideraba inmediata, sin embargo la firma de los Pactos de Munich (Alemania, Italia, Francia y Reino Unido con la oposición a los mismos de Rusia, que no participó) impidió que así fuese. Negrín no esperaba a Rusia, esperaba a la Europa democrática ajena al II Reich. Sobre lo que usted denomina huida de "gerifaltes" a Rusia sería bueno que repasase la historia real del exilio español y los países de acogida junto con los datos de incorporación de republicanos españoles, muchos de ellos comunistas, a la resistencia francesa y al ejército aliado durante la IIGM para combatir a Hitler y Mussolini. Negrín no traicionó a nadie, fue traicionado, él y la República, por militares golpistas con el apoyo de una gran parte de los socialistas encabezados por Besteiro, estos militares y el propio Besteiro estaban totalmente equivocados tal y como más tarde se demostró.

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    4. Corrijo error en mi comentario anterior, donde dice II Reich debe decir III Reich.

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    5. Jean,no tiengo tiempo para perderlo contigo. Piérdalo usted leyendo como hemos hecho los demás. Eres un imbécil, como Casado, vaya por delante.

      Resistir es vencer.

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    6. Jean, no tengo ni ganas ni tiempo de contestarte a tus impertinencias. Pierda el tiempo usted leyendo como han hecho los demás. Es usted un imbécil y un soberbio, como Casado, vaya.

      Resistir es vencer. La historia pone a cada uno en su lugar y el del PSOE y Casado ya sabemos cuál es.

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