Intervención
en el homenaje "As mulleres galegas republicanas asasinadas e
represaliadas", organizado por Levada Libre en Tui el 16 de abril de 2016.
Me
alegra estar aquí con vosotros otra vez, y más en un homenaje como el de este
año, tan especial, dedicado a las mujeres gallegas represaliadas.
Recuperar la
memoria es un acto altamente subversivo. Cuando lo practicamos damos voz a los que
fueron silenciados, devolvemos la dignidad a los que fueron ultrajados, ponemos
fin a la impunidad del opresor y deja de perpetuarse la traición. La Memoria es
una actividad agotadora, un salto al vacío que nos sacude el corazón porque el pasado
sigue latiendo vivo.
Escribió Paul Elouard: “En voz alta/Cubrieron los
cuervos de la sangre/ La memoria de otros nacimientos.”
Lo sabemos y no solo lo sabemos: nos
consta. Fueron contra las mujeres. Había una nefasta copla tantas veces repetida que decía: «Átame las alpargatas, morena mía, dame el fusil / que voy a matar más rojos que flores
tienen mayo y abril».
El franquismo no solo las
persiguió y asesinó. Además borró su historia. La transición cubrió sus vidas y
sus muertes con un velo de indiferencia e impunidad. La Ley de la Memoria
Histórica aprobada en el año 2005 se olvidó de todas las mujeres, pues no
fueron incluidas como víctimas de la represión. Se olvidaron de la múltiple
violencia ejercida contra ellas.
Nosotros hoy y siempre, estamos
obligados a recuperar su dignidad, su indignación y su coraje, a recuperar su Memoria y a que ésta perdure entre las generaciones venideras, porque como escribió
Lorca: "En
España, los muertos están más vivos que en cualquier otro país del mundo".
Este año he traído el
recuerdo de Mercedes Núñez Targa. Es un honor para mi que su hijo se encuentre a mi lado en estos momentos. Podréis leer su historia en el libro editado
por Levada Libre Memoria e Sentimento que os entregarán después. Ahora
intentaré hacer una breve semblanza de ella, pues se que el tiempo apremia.
Mercedes sufrió la guerra, la cárcel, el exilio y la
deportación. Fue una mujer rebelde y valiente, que consideró que tras la
derrota republicana su lucha debía continuar; que tras la ocupación nazi de
Francia, su deber no era aceptarla, sino combatirla. Una mujer que combatió al
fascismo en España, Francia y Alemania. Una mujer que sobrevivió al horror nazi
con valentía y dignidad hasta la liberación del campo donde estuvo presa y
cuando por su falta de salud solo era una destinada
al crematorio. Una mujer a la que el
dolor tatuó cada pliegue de su Memoria, que convirtió ese dolor en resistencia
y vivió con la imperiosa necesidad de transmitir su testimonio, porque siempre
creyó en un mundo de justicia, sin guerras, sin hambre. En un mundo libre.
Antes
de la Guerra ejerce de secretaria de Pablo Neruda y durante la Guerra, afiliada
al PSUC, realiza tareas burocráticas. En enero de 1939 llega a Galicia para
reorganizar el Partido Comunista. Seis meses después es detenida y encarcelada
en Betanzos y en A Coruña. En 1940 trasladada a la cárcel de Ventas en Madrid.
En
julio de 1942 es puesta en libertad por error y cruza los Pirineos. En Francia
es de nuevo es detenida e internada en Argelés. Un año después encuentra
trabajo en las cocinas del Estado Mayor de las fuerzas
de ocupación nazis en Carcassonne. Se incorpora a la Resistencia francesa como enlace bajo el pseudónimo de Paquita
Colomer y realiza labores de
logística y falsificación de documentos.
Pero en mayo de 1944 es detenida por la Gestapo y deportada a
Fort de
Romainville, y los campos de Sarrebruck y Ravensbrück.
Este último fue el mayor campo de concentración de mujeres en territorio
alemán. Un lugar de indescriptible crueldad y tortura. Ravensbrück significa el puente de
los cuervos, campo en el que estuvieron presas 132.000 mujeres de diversas
nacionalidades. Entre ellas cerca de trescientas españolas.
Cuando el campo es liberado y mientras que sus
compañeras de infortunio son repatriadas a sus países de origen, Mercedes no
puede regresar a España. Es una apátrida para el régimen franquista, así que
regresa a Francia e ingresa en un hospital de Paris. Está enferma y débil. Dos meses después y
desde el hospital se desplaza a Carcassonne para participar como testigo de la
acusación en el juicio seguido contra René Bach, su torturador de la Gestapo,
que será condenado a muerte y fusilado en septiembre de ese mismo año.
Meses después conoce a Medardo Iglesias, capitán
republicano de la Guardia de Asalto en Madrid que había estado internado en los
campos de África del Norte desde que llegó a Oran en el Stanbrook.
Mercedes padece importantes secuelas producidas por
la deportación. A consecuencia de las mismas años después le extirpan un
pulmón. A pesar de contar con la opinión desfavorable de los médicos, en otro
rasgo de valentía decide tener un hijo, Pablo, que nace en 1949.
Nunca cesa su actividad militante. Coordina el
programa De Ribadeo a Tuy en Radio España Independiente, estación
pirenaica, participa activamente en la creación del Partido Comunista de
Galicia formando parte de su primer Comité Central, escribe Cárcel de Ventas y Destinada al crematorio, su valioso testimonio de resistente y
deportada.
El gobierno francés concede a Mercedes en 1959 las
más altas distinciones civiles y militares como la Legión d’Honneur, la Medalla
Militar, la Cruz del Combatiente Voluntario de la Resistencia, la Medalla de la
Deportación e Internamiento por hechos de Resistencia, la Cruz de Guerra
1939-1945 y la Cruz del Combatiente.
En España sigue siendo una apátrida.
Regresa tras la muerte del dictador y se establece
junto a su marido en Galicia. La militancia continúa. Se encarga de elaborar un
censo de más de 200 gallegos muertos en los campos de concentración nazis.
Mercedes fallece en Vigo el día 4 de agosto de
1986, sin conseguir de las autoridades gallegas y estatales el reconocimiento a
los deportados. Veintitrés años después el Ayuntamiento de Vigo le rinde un homenaje inaugurando una calle con su nombre en el barrio de Bouzas.
Y casi treinta años después, Tui le rinde el
homenaje que sin duda se merece.
Decía Rodolfo Walsh que "el verdadero
cementerio es la memoria". Ahí te guardo, ahí te guardamos Mercedes.
María Torres
Tui, 16 de abril de 2016
Fotografía: Mercedes Núñez Targa con traje de gallega en el Centro Gallego de Barcelona en 1928, cedida por su hijo Pablo Iglesias Núñez.
Las flores más hermosas y rebeldes crecen en nuestra memoria.
ResponderEliminarSalud!
Viven en nuestra Memoria Loam.
EliminarSalud!