En 1980, cuando en
esta España cainita poco o nada se hablaba de los deportados españoles, un
inquieto joven de Berja interesado en el universo concentracionario, hizo lo
posible y lo imposible por contactar con los deportados que lograron sobrevivir
al infierno de todos los infiernos.
Han pasado 37 años y
José Sedano Moreno, Pepe para los amigos, no ha dejado de trabajar contra el silencio
impuesto y la desidia de los gobiernos españoles -ya en democracia- a quien el
horror nazi sufrido por sus compatriotas no importó nunca, demostrando una vez
más, su cobardía ante la Historia de los vencidos.
Escribí en una ocasión
y creo que es de justicia plasmarlo en este prólogo, que Pepe Sedano es pionero
en la investigación de los deportados. Yo le comparo -aunque a él le parezca un
exceso-, con María Moliner, la bibliotecaria depurada por el franquismo que
hizo una proeza digna de toda admiración: ella sola, en su casa, durante años,
elaboró el diccionario más completo y más útil de la lengua castellana. Pepe
Sedano también ha realizado y sigue realizando un trabajo que merece toda
nuestra admiración: se propuso sacar del anonimato a todos sus paisanos deportados
a los campos nazis y a los que combatieron en la II Guerra Mundial para liberar
al mundo de la garra de Hitler. Como María Moliner, él solo, desde su casa,
durante años, ha conseguido reconstruir
historias que sin su extraordinario trabajo de investigación hubieran seguido
sepultadas en el olvido.
Lo conocí hace dos años, cuando contactó conmigo
con la intención de hacerme llegar copia de una carta que le había remitido
Mercedes Núñez Targa en 1982. Esta misiva, uno de los tesoros más preciados de
su fondo documental, se pudo hacer pública gracias a su generosidad, pero no
era la única guardada en el cofre de memoria de Pepe. Junta ella han descansado
durante años otros testimonios inéditos de deportados que él ha conservado a
disposición de quien los pudiera necesitar.
En más de una ocasión le pregunté por qué,
además de sus excelentes artículos rigurosamente documentados, no daba un paso
más y escribía un libro con todo ese material. Él, tan modesto como siempre,
desconocedor de su valía y de lo valioso del material que había atesorado,
siempre me respondía: «bueno, ya veremos, tal vez cuando me jubile y disponga
de tiempo... »
Conocer a Pepe fue enriquecedor para mí.
Nos escribíamos con frecuencia, hablábamos por teléfono y comenzamos a trenzar
una bonita relación personal. No estaba pasando un buen momento, pues había
perdido a Gador, su musa, su compañera de vida, la mujer que alentaba sus
investigaciones. Yo sabía -como escribió David Grossman-, que a diario, sentado
ante su escritorio, Pepe tocaba el dolor y la
pérdida como quien toca la electricidad con las manos desnudas, pero no moría,
y no sabía cómo se producía ese milagro. En una ocasión me dijo: «Dirás que por qué te cuento ésto.
Es una manera de intentar "repartir" mi dolor, para que éste no se me
haga tan fuerte dentro de mí ». Yo acepté una parte de ese
dolor, y comencé a admirarle y a quererle.
En
enero de 2017 me mostró un trabajo que había realizado sobre Amadeo Sinca basado en las cartas recibidas de éste y otros
deportados: «Ahí
llevas lo que esta cabeza loca ha gestado en estos días de diciembre y enero
sobre aquellas cartas de Amadeo y otros que, según tú, no podían permanecer
otros 30 años más guardando silencio.», escribió. Habíamos
hablado de publicarlo en el Blog pero cuando leí el texto le insistí en que se
planteara escribir un libro que pudiéramos disfrutar muchos. Su respuesta me
sorprendió: «Si crees que hay alguna
garantía, tanto histórica como literaria, para que “eche a andar” pues… nos
ponemos a andar (...) Si tenemos que tener una reunión para hablar de este
tema, me lo dices y me voy a Vigo. Un amigo me está empujando a hacerlo. En
fin… creo que es una locura lo que acabo de escribir pero como dijo aquél… “Lo
escrito… escrito está"».
Y se puso a
escribir como si le fuese la vida en ello. A veces se agobiaba y aunque no me
lo decía, yo percibía que al mismo tiempo que avanzaba con el texto, los
demonios del infierno en que se había instalado le instaban a dudar si estaba
haciendo lo que debía, si su trabajo merecía la pena, si alguien estaría
dispuesto a leerlo.
En febrero viajó
a Vigo porque quería «hablar
de su libro». La verdad es
que no lo hicimos. Estuvimos ocupados en degustar las viandas de la tierra y
sus afrutados vinos y excepcional cerveza.
Así fue como
comenzó a gestarse El infierno y sus puertas,
un libro con un formato original en el que Dante Alighieri tiene mucho que decir y lo dice; en el que podremos
leer y escuchar las voces de Amadeo Sinca Vendrell, Joan Mestres Rebull,
Joaquín García Ribes, Mercedes Núñez Targa, Lorenzo González Salmerón, Antonio Alquézar,
Antonio Roig Lliví, Ramón Bargueño Gómez, José Egea Pujante y Antonio
Muñoz Zamora, deportados ya fallecidos, pero que siguen contándonos su historia
a través del tiempo y de la pluma de Pepe Sedano, una voz de calidad que ha
conseguido reunir hasta rebosar las voces de los protagonistas para contar la
verdadera historia. Son testimonios reales de los testigos presenciales que
vivieron y sufrieron la trágica experiencia de la deportación. Son fuentes
primarias que el autor en su buen hacer estuvo atesorando durante años para que
ahora entonen una melodía de memoria.
Me
alegra ser la inductora, o la «culpable » como asegura Pepe, de que este libro vea la
luz, pero sobre todo me alegra que abunden ojos que sean capaces de ver la
verdad desnuda aunque aún existan otros que practican y sustentan el
negacionismo como poderes sombríos que contra la verdad militan, enfrentándose
a los que tenemos la ferviente voluntad de vivir en el sentido de la Historia,
porque no hay opción para el olvido.
María
Torres Celada
Vigo,
28 de mayo de 2017
*
De este
libro se ha dicho …
“¡Se le
ha ido la cabeza!... El entusiasmo con que me respondió y la claridad con la
que me explicó el proyecto hicieron que, muy pronto, comprendiera que no estaba
ante una locura sino ante una excéntrica genialidad…” (Carlos Hernández de
Miguel, autor de ‘Los últimos españoles de Mauthausen’ y ‘Deportado
4443’).
“Dante Alighieri, Amadeo Sinca y Pepe Sedano nos conducen al INFIERNO y SUS PUERTAS de la mano de sus respectivas experiencias. Si bien la atemporalidad de cada personaje parece separarlos en el tiempo y el espacio, su nexo de unión es tal que rápidamente el lector podrá comprobar las peculiaridades, similitudes y eslabones que cristalizan en esta historia a tres bandas: ‘La Divina Comedia’ de Dante, los recuerdos de Amadeo Sinca, deportado al campo de concentración de Mauthausen durante la segunda guerra mundial, y la sensibilidad con estos temas de Pepe Sedano que lleva media vida investigando y salvando del olvido a víctimas del horror de Mauthausen.
“Dante Alighieri, Amadeo Sinca y Pepe Sedano nos conducen al INFIERNO y SUS PUERTAS de la mano de sus respectivas experiencias. Si bien la atemporalidad de cada personaje parece separarlos en el tiempo y el espacio, su nexo de unión es tal que rápidamente el lector podrá comprobar las peculiaridades, similitudes y eslabones que cristalizan en esta historia a tres bandas: ‘La Divina Comedia’ de Dante, los recuerdos de Amadeo Sinca, deportado al campo de concentración de Mauthausen durante la segunda guerra mundial, y la sensibilidad con estos temas de Pepe Sedano que lleva media vida investigando y salvando del olvido a víctimas del horror de Mauthausen.
Un
libro, escrito por Amadeo Sinca, en 1946 bajo el título de ‘Lo que Dante no
pudo imaginar’, sobre la deportación española a Mauthausen, puso a Pepe Sedano
tras la pista de su autor a principios de los años 80 y, a partir de ahí, una
prolongada correspondencia epistolar comenzó a fluir entre ellos. Comenzaba así
la idea de rendir memoria a la figura del principal protagonista de esta
historia, superviviente del mismísimo infierno. Y llegó el momento de abrir
aquellas puertas: Mauthausen, Treblinka, Ravensbrück, Sachsenhausen…
Para
ello el autor estructura una larga conversación entre Dante, Amadeo y él mismo,
entrando en sincronía para que cada cual aporte su opinión sobre EL INFIERNO y
SUS PUERTAS. A través de la lectura de esta obra conoceremos las vivencias
reales de lo que supusieron aquellos campos donde el nazismo recluyó a cientos
de miles de presos políticos, prisioneros de guerra y judíos buscando la
preeminencia de la raza aria. Nos trasladaremos por momentos a aquel
sufrimiento diario, aquella sinrazón, aquel infierno que hasta el mismísimo
Dante no pudo imaginar en su inmortal obra, una de las cumbres de la literatura
universal”. (Francisco Jesús Martín Milán, autor de ‘Madre anoche en las
trincheras’).
“No debemos creer que estemos libres de que se repitan acontecimientos del pasado como los narrados (…). No existe vacuna para evitarlos ni puede que se invente jamás. (…), pero sí que es cierto que trabajos como el de Pepe Sedano, forman parte de los antídotos (…), puede que así se contribuya a procurar evitarlos”. (José Leonardo Ruiz Sánchez. Catedrático Titular de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla).
“No debemos creer que estemos libres de que se repitan acontecimientos del pasado como los narrados (…). No existe vacuna para evitarlos ni puede que se invente jamás. (…), pero sí que es cierto que trabajos como el de Pepe Sedano, forman parte de los antídotos (…), puede que así se contribuya a procurar evitarlos”. (José Leonardo Ruiz Sánchez. Catedrático Titular de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla).
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El
infierno y sus puertas: Mauthausen, Treblinka, Sachsenhausen, Ravenscrück (Mis
conversaciones con el deportado Amadeo Sinca y con Dante Alighieri, de Pepe Sedano Moreno, será presentado el próximo
27 de octubre a 19:30 horas el Salón de Actos de la Peña Madridista de Berja,
Almeria, y el 3 de noviembre a las 19:00 horas en el Museo de
Almería.
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