— Es necesario no cumplir órdenes idiotas
[...] Dronne, vaya derecho a París, entre en París.
— Muy bien mi general, pero no tengo más que dos secciones.
Necesitaría más fuerzas.
— Tome lo que encuentre y deprisa.
— Si he comprendido bien, rodeo los puntos fuertes
alemanes y evito entretenerme. Objetivo, el corazón de París.
— Eso es. Pase por donde pueda. Diga a los parisinos y a
la resistencia que no pierdan el valor, que mañana por la mañana la división al
completo estará en París.
París, 13 de septiembre de 2015. Aprovechando nuestra
estancia en la ciudad con motivo de la asistencia a la Fête de l'Humanité, nos propusimos
realizar el mismo recorrido de La Nueve el 24 de agosto de 1944, cuando dos secciones de la Compañía, una de ellas encabezada por
el Capitán Dronne y la otra por el Teniente Amado Granell, compuestas por 120
hombres y 22 vehículos, entraron en la capital francesa. Leclerc había
decidido que la Novena Compañía, compuesta en su mayoría por españoles,
cubierta de gloria en miles de acciones, debía ser la primera en entrar en
París.
Hoy,
como cada 24 de agosto, queremos recordar la gesta de estos hombres,
republicanos españoles, para que no se pierda su memoria y su largo camino de
lucha y sacrificio que concluyó con la liberación de Europa.
La Nueve partió en dirección a Paris desde
Limours a las siete de la mañana del 24
de agosto. La ruta de La Nueve, con un recorrido de aproximadamente tres kilómetros, transcurre
desde la Porte d'Italia hasta el Hotel de Ville, el mismo espacio que vivió las proclamaciones de la República en 1848 y 1870 y la Commune de marzo de 1971.
Nosotros la realizamos a la inversa, partiendo de la Plaza del Ayuntamiento de París, a la que llegó Granell y sus hombres a las 21:22 h. de aquel glorioso 24 de agosto, a la luz de antorchas ya que la electricidad estaba cortada y cuando el semioruga Ebro efectuó los primeros disparos contra el enemigo alemán, y fue retransmitido un mensaje por radio que indicaba: «Misión cumplida, estamos ante el Hotel de Ville»
Nosotros la realizamos a la inversa, partiendo de la Plaza del Ayuntamiento de París, a la que llegó Granell y sus hombres a las 21:22 h. de aquel glorioso 24 de agosto, a la luz de antorchas ya que la electricidad estaba cortada y cuando el semioruga Ebro efectuó los primeros disparos contra el enemigo alemán, y fue retransmitido un mensaje por radio que indicaba: «Misión cumplida, estamos ante el Hotel de Ville»
Placa situada en el edificio de la Alcaldía, frente al Ayuntamiento (Hotel de Ville) |
Plaza en el Muelle del Hotel de Ville. (Quai de l'Hotel de Ville) Orilla derecha del muelle, frente al Sena |
Placa en el Boulevard Henri IV. Fue erigida en los actos del 60 aniversario de la liberación |
Placa en el Boulevard de l'Hopital. Se encuentra en un edificio público. |
Placa situada en la fachada de un edificio de viviendas frente la número 15 de la Rue Squirol |
Placa de la Plaza Pinel. Se encuentra dentro de un jardín situado en un lateral de la plaza |
Placa de la Rue Nationale. Se encuentra en la fachada de un edificio de viviendas |
Placa en la Plaza Nationale. Se encuentra en una zona ajardinada en el centro de la plaza. |
Placa situada sobre la verja de acceso a unos jardines en la Avda. de Italia |
A las 20:45
horas del 24 de agosto de 1944 La Nueve alcanza la Puerta de Italia (Porte
d'Italie). La plaza se encuentra llena de personas que en un primer momento
piensan que se trata de alemanes. Cuando descubren su identidad gritan:
"los franceses, son los franceses".
Los tanques y blindados que
se presentan ante ellos llevan pintados en sus costados los
colores de la bandera republicana española y en sus morros los nombres de Belchite, Ebro, Guadalajara,
Teruel, Madrid ... como símbolo del recuerdo
y de la lucha que emprendieron nueve años atrás. París aplaude, besa, abraza, canta a los
españoles.
Dronne, que
se encuentra a la cabeza de la marcha, decide ir al Ayuntamiento, pero no
conoce el itinerario. Dikran, un armenio sorbre una motocicleta, se ofrece como
guía.
Los españoles, desde que penetran en los arrabales de París, enarbolan la bandera tricolor y gritan: «Somos rojos españoles». El capitán Dronne escribiría después: «Yo no sé de dónde sacaron aquellas banderas, pero como en realidad era la bandera de su patria, nadie hizo la menor objeción.»
Los españoles, desde que penetran en los arrabales de París, enarbolan la bandera tricolor y gritan: «Somos rojos españoles». El capitán Dronne escribiría después: «Yo no sé de dónde sacaron aquellas banderas, pero como en realidad era la bandera de su patria, nadie hizo la menor objeción.»
La noche del
24 de agosto de 1944, la noche de la liberación de París, los españoles de La
Nueve que pudieron dormir soñaron en la liberación de España, porque sabían, que «un pueblo no está vencido mientras no se resigna a serlo». Ellos
nunca se resignaron y continuaron luchando. Al final de la guerra, de los ciento cincuenta españoles que componían La Nueve, tan sólo quedaron vivos dieciséis.
Tuvieron que
pasar sesenta años para que el mundo supiera que habían arriesgado su vida por
Francia y por la Libertad. «Por la libertad como por el honor, se puede y se debe
arriesgar la vida».
En su Memoria.
María Torres, 23 de agosto de 2016
Gracias Maria....no puedo ni debo decir nada mas, Honor y gloria para ellos
ResponderEliminarGracias a tí :)
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